“Desde que llego a Sucre inmediatamente abrí este taller para trasmitir lo que yo recibí de mis maestros”, contó Debreczeni, quien estudia música desde los cinco años y tuvo una formación académica privilegiada, con el maestro Ricardo Rodríguez y Armando Vera en el Instituto Eduardo Laredo, adquiriendo una formación que le permitió ser merecedor de una beca en Chile para continuar sus estudios musicales.
A su retorno a Bolivia formó parte del proyecto Bolivia Clásica, la Orquesta Sinfónica Nacional y el proyecto de música fusión Quimbando, con el que grabó varias placas discográficas.
Toda esta experiencia le permitió hacer un despliegue de talento inusual para el medio chuquisaqueño, que esta semana pudo ver a Debreczeni, actuando con su nuevo proyecto de fusión The Blue Arpad Experience, con el conjunto de jazz Moon Don’t Go, los bluseros de La Chiva y para terminar con La Sinfonik, que interpretó la banda sonora de Star Wars bajo la batuta de Mauricio Otazo.
El Taller
“Inicié con el Taller de Cuerdas en 2014, esta sería la segunda gestión y lo que buscamos con el concierto de clausura del año es que los estudiantes expongan sus avances frente a un público, y sientan esa química especial que es el abrirse en el escenario”, explicó.
El taller se especializa en la enseñanza del violín, la viola y el chelo, con estudiantes de un rango etario diverso.
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