En el cierre de la primera función de Mar en La Paz, la actriz brasileña Alice Guimaraes, de Teatro de los Andes, pidió a nombre de sus colegas extranjeros que trabajan en Bolivia que se les dé el beneficio del registro de artistas que gozan los nacionales.
“Nosotros trabajamos y producimos por Bolivia, cuando viajamos vamos a nombre de Bolivia”, aseguró la actriz que lleva 18 años en el país, sobre el Decreto Supremo 1241 que excluye a artistas extranjeros residentes en Bolivia de obtener el carnet de artista.
El ministro de Culturas, Marko Machicao, dice que el registro busca beneficiar al artista boliviano. Muchos de los extranjeros “viven en Bolivia más de cinco años, lo único que tienen que hacer es sacar su residencia. La ley se aplica a ciudadanos bolivianos de origen y residentes. (...) Hay una intencionalidad que no es la más correcta ni transparente. El apoyo económico se les da a todos los artistas nacionales y extranjeros. En el caso del Teatro de los Andes, por ejemplo, financiamos”.
Para la teatrista argentina Marta Monzón, la solución planteada no es satisfactoria. “La situación de nacionalizarnos supone una decisión moral, intelectual e ideológica. También muchos compañeros al nacionalizarse pierden su nacionalidad original porque sus países no les permiten tener una doble nacionalidad”.
Otro problema es el económico. “Entre lo que cuesta el trámite más los abogados y notarios hemos hecho un cálculo de casi $us 1.500, monto que la mayoría de nosotros no generamos”, explica.
El DS data de octubre de 2010 y es el único instrumento legal que reconoce la calidad y situación de artistas. “Como nosotros, los extranjeros, no estamos ahí dentro, ¿en qué situación nos encontramos?”, pregunta Monzón.
La bailarina peruana María Elena Filomeno, ganadora del premio Eduardo Abaroa 2012 de danza, comenta: “Vivo en La Paz desde los ocho años, prácticamente mi carrera artística la hice aquí, pero como soy extranjera no puedo tener el carnet”.
Sergio Valencia, bailarín peruano formado en Bolivia, exige que “haya un ajuste; al final de cuentas, los artistas extranjeros también estamos aportando mucho”. “El problema no es tanto a nivel de predisposición, sino a nivel administrativo, por cómo se manejó la ley desde un principio”, indica María Teresa Dal Pero, actriz italiana. “Habría que revisar la propuesta para que podamos tener acceso al carnet de artista”.
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