lunes, 25 de mayo de 2015

Los rastros del Gran Poder



El artista paceño Reinaldo Chávez expondrá su personal interpretación de la fiesta del Gran Poder dentro de un museo, con una muestra de sus cuadros, y en la calle, con una performance en forma de evento folklórico.

Una exposición y una entrada. La pintura, la música y las danzas folklóricas, juntas. La banda y los bailarines de caporales, chukutas, morenada, diablada y kullaguada partirán de la plaza España el jueves a las 19.30. Llegarán al Espacio Simón I. Patiño (Av. Ecuador esq. Belisario Salinas) y allí inaugurarán la muestra de pintura Rastros y rostros del Gran Poder. Rara vez una exposición de arte arrastra tanta fanfarria, pero los cuadros del pintor alteño Reinaldo Chávez se entienden mucho mejor entre el estruendo de los tambores y los instrumentos de viento.

La obra de Chávez nace con fuertes raíces en la tradición del altiplano —algo evidente en sus motivos y en el uso de los colores y texturas— y a partir de ésta evoluciona hacia la modernidad y más allá. “El arte es fiel reflejo del momento, es el testimonio vivo del presente con proyección al futuro para conocimiento del pasado”, dice el artista. Su gran domino de la técnica le permite superar todas las barreras materiales para expresar lo que es su entorno y lo que éste provoca en él: “Yo pinto lo que siento… y siento lo que pinto”.

Lo que siente Chávez es una gran devoción por el Gran Poder y los personajes que le rodean. Algunos de ellos —como la mariposa— ya no se pueden contemplar en la entrada, que va cambiando con el tiempo y, según Chávez, “va teniendo menos devoción, se centra más en lo económico y rompe con la hermandad y el compadrazgo” que la caracterizaban.

Este predominio de lo económico queda reflejado en una de las obras de la exposición, en la que los billetes copan a primer plano y dejan al Señor del Gran Poder detrás. Los 34 cuadros que se presentan en Rastros y rostros del Gran Poder combinan técnicas que permiten a cualquier espectador obtener diferentes visiones de la fiesta religiosa y popular.

El público paceño entiende bien lo que se quiere representar, pero también el foráneo y de hecho, la exposición viajará el año que viene a EEUU y a México. Chávez cree que las tradiciones bolivianas son conocidas allá y que lo que él hace con su obra “no es más que dar detalles”.


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