Tarija Casa de la Cultura reunió 3.000 libros para el penal

En un acto caracterizado por su sencillez, el representante de la Pastoral Juvenil, Artemio Salvador, a nombre de los reclusos recibió los más de 3000 ejemplares de lectura destinados a alimentar la biblioteca del penal de Morros Blancos y crear otra para el pabellón de mujeres y también una destinada a los niños que suelen visitar el lugar los fines de semana.

Campaña
La campaña, denominada “Regala un libro, construye libertad” organizado por la Casa de Cultura, consistió en cambiar un boleto de entrada a algunos de los espectáculos de “Abril en Tarija 2015” por un libro. Además se consiguió recolectar un sinnúmero de revistas de distinta índole que entretendrán a los reclusos y reclusas, además de sus niños.
Fuera de las novelas de ficción y de poesía, y libros educativos para niños como Coquito, Alborada y Alma de Niño, también se pudo ver obras sobre ciencias sociales, naturales, matemáticas, historia, derecho y otras de juegos y actividades lúdicas, además de colecciones de revistas como Selecciones del Reader’s Digest, Mía, Saber Vivir, Conozca Más, Tu, Condorito, etc.
El director de la Casa de la Cultura, Nils Puerta, se mostró satisfecho porque “la familia tarijeña que ha participado intensamente del festival de festivales “Abril en Tarija” lo ha hecho con mucho cariño al cumplir con este requisito que era entregar un libro y participar de los espectáculos y que permitió la recaudación de una buen cantidad de libros”.
“Este es un buen avance, este servicio social que se desprende del festival marca un rasgo muy singular y maravilloso del cual nos sentimos contentos y la Pastoral será la encargada de montar y ampliar la biblioteca de ese centro de reclusión y es una misión cumplida”, subrayó.
Por su parte, Salvador informó que al momento existen unos 380 reclusos entre los cuales se encuentran 40 mujeres y no más de 12 niños que viven con sus madres y que durante el día permanecen con un par de jóvenes que los atienden en la guardería, estos menores tienen entre algunos meses y cuatro años de edad, porque a partir de los cinco ya no pueden permanecer en el centro reclusorio.