Utilizando ejemplos de las culturas moche, nazca y tiwanaku, el investigador alemán Jürgen Golte demostrará que la cerámica en la zona andina sirve para recuperar y conservar los mitos y la genealogía de los pueblos.
“Una vez que se comprenden la reglas que rigen las imágenes en las piezas, uno puede leer las leyendas de la creación del pueblo que hizo la obra y su relación con sus antepasados, sus divinidades”, explicó el investigador alemán, quien hablará del tema esta noche a las 19.30 en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef, Ingavi 916), como parte de la Reunión Anual de Etnología.
Golte trabajó 47 años con los pueblos que habitan la zona andina de Perú. Durante ese periodo determinó que las imágenes que adornan las cerámicas cuentan historias que explican las tradiciones y la organización social, que aún se mantienen.
Como ejemplo citó la producción de la cultura moche, que pobló la costa norte de los Andes centrales de Perú, en la cual se explica cómo cada estrato social desciende de una de las divinidades secundarias, que a su vez provienen de poderes superiores.
“De esta forma tenemos que, como sucedió posteriormente en el imperio Inca, una casta gobernante es la que desciende de los principales dioses. Por ello los campesinos y pescadores no pueden acceder al rango de poder”, describió el investigador.
Asimismo, la lectura de la cerámica permite recrear y recuperar los mitos de la creación del mundo de cada cultura y establecer genealogías, ya que cada figura divina tiene sus descendientes claramente identificados.
Aunque apenas mencionará Tiwanaku, Golte considera que aún falta mucho por estudiar de esta civilización, ya que los arqueólogos cometieron en el pasado muchos errores de interpretación, entre ellos el de asumir que existe un número limitado de imágenes de divinidades plasmadas en las estelas de piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario