Esta muestra fue inaugurada ayer en la Casona Santiváñez y contiene más de 10 fotografías que han sido tomadas por seis niños de entre siete y 14 años de la zona sud de la ciudad.
Los expositores son parte del programa “Fortín del Niño”, desarrollado en Uspha Uspha desde el año 2001 por el Ejército de Salvación y con el apoyo de jóvenes bolivianos e ingleses que son parte de las organizaciones International Citizen Service (ICS) y Tearfund.
“Fortín del Niño” trabaja diariamente con 10 niños en la mañana y 40 por las tardes, quienes además de alimentación reciben talleres de informática, de inglés, ayuda para hacer sus deberes escolares y aprenden sobre salud, higiene, bienestar y valores cristianos.
“Muchos de los niños están en el proyecto desde los tres años y el plan es lograr que los niños no abandonen el colegio y que tengan otras oportunidades”, asegura Melanie Arévalo, quien junto a Matthew fue la encarga de desarrollar esta exposición, que además es parte de ICS.
Según explica Melanie, esta muestra fotográfica –que estará abierta hoy y mañana de 8:30 a 12:00 y de 14:30 a las 18:30– tiene tres objetivos: “Valorar el trabajo que han hecho los niños; nos gustaría también hacer que más personas conozcan el ‘Fortín del Niño’ y ayuden económicamente y con donaciones”, vender las fotografías y los póster que han elaborado a partir del trabajo de los niños y de ese modo recaudar fondos para mantener el proyecto.
El material también será llevado a Inglaterra por los voluntarios donde será promocionado y vendido para recaudar dinero. “Espero que el trabajo que hemos hecho los ayude a ellos y a sus familias en el futuro”, dice Burnett.
“... espinos y casas pobres”
“La vida a través de los ojos de los niños” comenzó hace 10 semanas, cuando siete familias de Uspha Uspha recibieron cámaras fotográficas desechables para que sus hijos los utilicen.
Entonces, según cuenta Graciela Suaznabar, responsable de la ejecución del proyecto, se les explicó “muy bien a los niños” que debían tomar fotos no de lo que les decían sus padres sino de lo que a ellos les parecía interesante y de lo que era importante en sus vidas.
Al final los organizadores recibieron 220 fotos y escogieron 15 para la exposición. La mayoría de las fotos muestran paisajes de la zona y a sus hermanos, familiares o amigos.
“Mi barrio tiene montañas, espinos y casas pobres” escribe Maribel, de siete años, para describir la imagen que ha tomado. Esta niña, cuando sea grande, quiere ser pastelera.
“Queremos que los niños se sientan importantes, que su trabajo vale e inspirarles para que en el futuro ellos puedan ser algo grande. Son niños de muy bajos recursos y queríamos que ellos sean los protagonistas y los artistas”, destaca Graciela Suaznabar.
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