Para celebrar la danza, se eligió el 29 de abril, por ser el natalicio de Jean-Georges Noverre, innovador y estudioso de este arte, maestro y creador del ballet moderno.
Cada año desde 1982 se celebra el Día Internacional de la Danza el 29 de abril, como una forma de atraer la atención sobre el arte de la danza. También se busca reunir a todos aquellos que han elegido la danza como medio de expresión para que, traspasando las barreras culturales, políticas y étnicas, celebren la danza y su universalidad.
Desde hace 32 años la Unesco solicita a una personalidad reconocida de este arte, que redacte un mensaje que después es difundido mundialmente.
Ese día las compañías y escuelas de danza, organizaciones y particulares, llevan a cabo actividades dirigidas a una audiencia fuera de su ámbito habitual. Es un día de fiesta que celebran todos los países del mundo con espectáculos especialmente dedicados a la danza a través de: clases abiertas, ensayos al aire libre, conferencias, exposiciones, publicaciones en diarios y revistas, bailes populares, programas en radio y TV, espectáculos callejeros, entre otros.
MENSAJE
La danza es una poderosa expresión. Habla a la tierra y al cielo. Habla de nuestra alegría, nuestro miedo, nuestros deseos. La danza habla de lo intangible y, aun así, revela el estado de la mente de las personas, y de su temperamento y carácter.
Como en muchas culturas del mundo, los nativos de Taiwan bailan en círculo. Sus antepasados creían que los demonios quedaban fuera de este. Con las manos entrelazadas, se transmiten calor mutuamente y se mueven en una pulsión común. La danza reúne a la gente.
Y la danza se produce en el filo de la inexistencia. Los movimientos desaparecen en cuanto se producen. La danza solo existe en el instante. Es única. Es una metáfora de la vida misma.
En esta era digital, las imágenes de los movimientos adoptan millones de formas. Son fascinantes. Pero nunca podrán remplazar a la danza porque las imágenes no respiran. La danza es una celebración de la vida.
Vamos, apaga la televisión, desconecta el ordenador y ven a bailar. Exprésate a través de este instrumento elevado y divino que es nuestro cuerpo. Ven a bailar y reúnete con otros en una pulsante oleada. Atrapa ese precioso y pasajero instante. Ven a celebrar la vida por medio de la danza.
Lin Hwai-min (Taiwán, 1947)
(Tomado de Wikipedia)
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