La obra clásica Giselle será puesta en escena con 40 bailarines profesionales y una orquesta en vivo por la directora Norma Quintana, el 3 y 4 de mayo a las 20.00 en el Teatro Municipal (Genaro Sanjinés), y el 10 y 11 de mayo en el colegio Calvert (calle 10, Calacoto), a las 20.00 y 18.00.Presentimientos, amor, tragedia, delirio, muerte y el más allá. Un entorno aldeano es el escenario de fondo y la fuerza del amor, que traspasa lo sobrenatural; es el engranaje principal de la obra de ballet clásico Giselle.
“La idea es reconstruir una compañía oficial de danza y demostrar el nivel de los bailarines que tenemos acá. Se me ocurrió esta idea porque creo que en el país están sucediendo cosas que significan un cambio en cuanto a la cultura”, explicó Quintana, gestora de Giselle. Para consolidar el proyecto, la directora acudió a instituciones como los ministerios de Culturas y de Educación, la Oficialía Mayor de Culturas, y de esa forma se pudo concretar esta apuesta escénica.
“Hay bailarines clásicos de un gran nivel y no los vemos bailar en una compañía profesional. ¿Dónde están esos bailarines? Qué mejor que mostrar su valía en esta puesta en escena”, indicó Quintana.
El recobrar elementos olvidados dentro de los espectáculos de ballet es algo en lo que trabaja la artista. “Las orquestas siempre estuvieron muy activas en las presentaciones de ballet y con Giselle surge la idea de hacer un repertorio musical internacional que implica trabajar con músicos en vivo”, precisó la directora.
La orquesta que acompañará al elenco de 40 bailarines está dirigida por el maestro Carlos Rosso y congrega a 40 músicos. Habrá un total de 80 personas en el escenario.
Proceso. Apoyada en el trabajo de profesionalización de artistas del Ministerio de Educación, Quintana habló con la directora del Ballet Oficial de Bolivia para proponer el proyecto y que colabore a los bailarines.
“El Ministerio de Educación, para otorgar la titulación de artistas en el caso de bailarines, exige horas de prácticas profesionales y eso solo se puede hacer a través de una compañía. Les propuse hacer este proyecto y trabajar con alumnos de último curso para que tengan la práctica profesional”, explicó la coreógrafa.
“En enero di un taller abierto, me cobijó la Escuela (del Ballet Nacional) y aparecieron 40 bailarines. Así surgió el elenco de Giselle”, relató Quintana. Las primeras figuras son Carolina Mercado y Fabián Ferrufino.
“Es una experiencia muy linda participar de Giselle, por tener maestras tan grandes en el ámbito nacional como Quintana, Noreen Guzmán de Rojas y Sandra Boulanger”, indicó el bailarín Ferrufino.
Boulanger, formada en la Ópera de París y con una importante carrera profesional internacional, trabaja en esta puesta como maestra, al igual que Magaly Rodríguez, de la Escuela Boliviano Cubana, y Guzmán de Rojas, del Ballet Oficial. Los bailarines recibieron preparación gratuita.
Para Ferrufino, es un proyecto de alta responsabilidad. “En Bolivia hay bailarines de alto nivel, pero no tenemos las opciones para mostrar su talento; ahora podremos hacerlo”.
Desafío. Giselle —ballet en dos actos con música de Adolphe Adam, coreografía de Jules Perrot y Jean Coralli y libreto de Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy— implica un de-safío para todo bailarín. “Esta obra enseña, porque es muy difícil y es donde los bailarines que estudian nueve o diez años, en escuelas estatales o privadas, aprenden cuál es el oficio del bailarín”, argumentó la directora.
La bailarina Carolina Mercado —formada en Bolivia, Cuba y España— igual destacó el evento. “No muchas veces en nuestro país se da la oportunidad de disfrutar de un espectáculo de este tipo, por eso no hay que perdérselo”.
El apoyo del Ministerio de Culturas, la Oficialía Mayor de Culturas, el Ministerio de Educación, Laboratorios Illimani, Graciela Rodo Boulanger y la familia Vargas fue capital. “Los estudios privados nos brindaron salas para que se pueda ensayar porque alquilar estos espacios es caro. Es una prueba de la generosidad de todo el mundo”, resaltó Quintana.
En ese espíritu de camaradería, bailarines de compañías e independientes trabajarán juntos en el escenario. “Las funciones serán inolvidables. Bailar en Giselle es una experiencia maravillosa que vive tanto el bailarín como el público”, agregó Ferrufino quien, junto a Mercado, recibió el premio Eduardo Abaroa en la categoría danza este año.
Las entradas en el Teatro Municipal costarán Bs 100 en palcos y platea, Bs 50 en anfiteatro y Bs 30 en galería. En el teatro Michael Donahue, del Colegio Calvert, el costo general será de Bs 100. Para la preventa comunicarse al 77229987.
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