Desde entonces, “Lusbel” dibujó en varios periódicos paceños y hoy muestra sus creaciones en nuestro matutino en más de dos décadas diarias e ininterrumpidas. Ese detalle nos revela que el dibujante paceño publicó más de siete mil caricaturas con temas sociales, políticos y de otras características.
SU TÉCNICA
“Lusbel” es un dibujante de línea rápida y espontánea. Con finísimos trazos crea sus personajes a los que “mueve” y otorga volúmenes con medios tonos, líneas horizontales, verticales y oblicuas, las mismas que forman diversidad de tramas que caracterizan a su estilo. Prescinde, en lo posible, de tonalidades oscuras plenas.
Los personajes representados tienen rostros obtenidos de las características somáticas de la gente que vemos todos los días en nuestras calles. Son muy destacables las caricaturas de políticos oficialistas y no oficialistas, muy especialmente de ministras y parlamentarias. Para caricaturizar a damas se requiere de mayor habilidad que la habitual y así “Lusbel” realiza su trabajo con total éxito, tanto que sus personajes femeninos son reconocidos a primer golpe de vista; y ni qué decir de políticos (moros y cristianos).
LA CARICATURA: HABILIDAD INNATA
Hace más de un lustro, “Lusbel” expresó en una entrevista: “La caricatura es el resultado de la experiencia de toda una vida. No se la puede aprender en ninguna institución de enseñanza porque sencillamente es una habilidad innata. Para ser caricaturista se nace…”.
Tan interesante opinión fue corroborada así: “Es por esa razón que todos los grandes artistas pintores, dibujantes y caricaturistas consagrados son hombres de avanzada edad. Esta regla podría tener la excepción sólo cuando aparezca un genio dotado que tenga corta edad; pero eso hasta ahora no ha ocurrido”.
El dibujante finalizó así su intervención: “El arte de la caricatura necesita de mucha habilidad porque para practicarla se requiere tres elementos: dibujo, humorismo y caricatura. Es tal vez por esa razón que cada país tiene muy pocos caricaturistas…”.
PREMIO DE PERIODISMO
“Lusbel” ha recibido varias distinciones otorgadas por la Asociación de Periodistas, todas ellas en la especialidad creada para los caricaturistas de periódicos.
Desde esta columna nos permitimos emitir la siguiente sugerencia: en el entendido de que una buena caricatura diaria impacta mucho más que un largo editorial escrito… ¿por qué no se le otorga a “Lusbel” el Premio Nacional de Periodismo? Ese premio ya ha sido concedido a varios periodistas de diversas especialidades y ¿por qué no a un caricaturista?
“Una acertada caricatura equivale a tres editoriales escritos”, opinó alguna vez un conocido comentarista. Con todos esos antecedentes… ¿para qué más palabras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario