Varias obras de arte, entre esculturas en diferentes materiales como madera, bronce y piedra, entre otros, forman parte de este complejo creado por el médico ginecólogo Germán Plaza, que nacido en Potosí, se encarga del mantenimiento y funcionamiento del lugar, junto a su esposa y a tres personas más.
El año 1971 Germán Plaza se fue a Estados Unidos a ejercer la medicina en el Estado de Ohio. Treinta y cinco años después decidió retirarse en Cochabamba y establecer aquí el Centro, para él, el lugar ideal por las condiciones climáticas.
Su afición por el arte se presentó en Lanza desde temprana edad y cuenta que siempre estuvo ligado a actividades artísticas y a la práctica deportiva, habiendo participado en muchas maratones alrededor del mundo.
“Sigo creando obras de arte, todo comenzó desde que era chico, siempre buscaba realizar cosas manuales, en el colegio concursaba en pintura en óleo y en la universidad he creado un conjunto de música, siempre tuve esa inquietud por el arte. Me dediqué a la medicina por 35 años, he viajado por muchos lugares de Europa, Asia y visité muchos museos, eso hacía que mis deseos de establecer el Centro Cultural crezcan cada vez más. Ha sido una actividad continua de pensar en el arte y es algo que ahora me da mucha satisfacción”, asegura.
El espacio que creó en Tiquipaya, cuenta con un museo de arte contemporáneo, jardín de esculturas, salón de exhibición y su pangea de la creatividad.
El Dr. Plaza asegura que lo más complicado al montar el Centro fue traer las esculturas de dos o tres metros de altura desde Estados Unidos y de otros países del mundo; encontrar las compañías que traen a Bolivia, empaquetar y cargar fue todo un proceso.
En el Centro se realizan actividades culturales como noches de ópera el primer sábado de cada mes.
“La música sensibiliza a la gente y es como una excusa para que vean arte”, dice Plaza.
Muchas de las esculturas que tiene el Centro tienen significado histórico y personal para Plaza. Desde el inicio del recorrido se respira arte; alegorías a las artes están plasmadas en el techo de la grandiosa casa cultural, el pintor, la música, la poesía y el escultor.
“A esto llamo villa esperanza, hay cuatro aves en el piso que van hacia la casa, representan a mis cuatro hijos que volverán siempre a nosotros”, cuenta.
Entre los objetivos del complejo cultural está el fomentar la educación y cultura del país, preservar obras de arte en sus diferentes expresiones para beneficio de futuras generaciones e incentivar la creatividad y atraer el turismo, entre otros.
JARDÍN DE ESCULTURAS
El jardín de esculturas, un espacio destinado al arte en el corazón de Bolivia, es un lugar encantador donde es posible alimentar el espíritu.
En el jardín japonés está el techo de una pagoda y elementos típicos de un jardín japonés; agua, piedras, plantas, el puente y la rueda.
También cuenta con un espacio para la música, un lindo ambiente con instrumentos pintados en el piso, como un piano y charango, entre otros. Es un monumento a la música con una escultura de Beethoven.
El Centro Cultural cuenta también con un monumento a la chicha, otro al chicharrón, Isla de Pascua y esculturas como: al final de la jornada, mujeres de Willendorf, Chichen Itza y hombre de la montaña, entre otros.
LA PANGEA DE LA CREATIVIDAD
La palabra Pangea significa pan, total y geo, geografía.
“Se refiere a la creación del mundo, en esta obra es donde el artista pone a todo el público dentro de la obra de arte; lo que hice fue agarrar la creación del mundo, tema bastante común, la religión, el humano y la vivencia”, explica Germán.
LA OBRA DE PLAZA
La gran explosión del universo da inicio a la obra de arte del Dr. Plaza. Todo comienza una vez que hay vida porque la gente también empieza a separarse al surgir diferentes creencias.
“He colocado las seis creencias, las más organizadas en el mundo, como son el cristianismo, islamismo, judaísmo, hinduismo, budismo y el confucionismo. Seis religiones mirándose frente a frente. Además he colocado un círculo que lo he llamado mi creencia, y como hay otras personas que no tienen religión, puse mis seres queridos que son los ateístas”, explica.
Lo que Plaza quiso demostrar es que todo el tiempo convivimos, nos miramos unos a los otros. Eso es lo que refleja el Ying y el Yang que se encuentra al medio de las religiones, la armonía de los opuestos, donde todo es perfectamente simétrico; en todo lo bueno habrá algo de malo y viceversa.
“Como objetivo final, digo que la creencia somos nosotros pero la creatividad es del artista. He añadido algo de nuestra creencia local, nuestra Pachamama. Para ir a ver tu religión dentro del recinto tienes que pasar por la tierra, al hacer eso la persona está pidiendo permiso a la madre tierra para ingresar a este espacio, una vez que entras puedes ir a tú religión pero ya has hecho la creencia local también”, explica.
El Dr. Plaza explica que esta fue su obra maestra en la que tardó aproximadamente un año y medio. La Pangea de la creatividad intenta reflejar nuestra diaria convivencia y la armonía de los opuestos, es muy universal y prácticamente todos la entienden.
SALON DE EXHIBICIÓN
Plaza asegura que el salón tiene mucho arte por detrás con representaciones de vegetación.
“En este palacio estamos guardando todo este arte y al fondo se observa que la pared se ha roto y están las siluetas de mi esposa y yo que estamos mirando nuestro mar que lo hemos perdido, lo miramos con la esperanza de que algún día lo recuperemos, también están las cuatro golondrinas que están volando libremente y volviendo de nuevo al hogar”, explica.
Se encuentran también diez pilares tallados que representan los nueve departamentos del país, en cada uno de ellos están esculpidas las características principales de cada departamento y por último el Litoral que se encuentra vacío. Un espacio digno de visitar, abierto al público los primeros sábados de cada mes a partir de las 16:00, Telf. 4311848.
Es muy ponderable que existan personas que se dediquen a incentivar el arte en Cochabamba, Gracias Dr. Plaza
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