La muestra, que tiene como curadores a Cecilia Bayá y al artista Joaquín Sánchez, abrirá sus puertas este jueves, a las 19:00, en Centro Cultural del España en La Paz.
"El año pasado se celebraron los 25 años de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y en ese marco se invitó a artistas de diferentes países a realizar una lectura del poema Soledades, de Luis de Góngora”, señaló la directora de esa institución, Clara Cabrera.
Así, la muestra comenzó a cobrar forma. "Queríamos comparar y ver si la soledad es la misma que teníamos en el siglo XVI, que es el momento en que Góngora escribió estas líneas, y cómo de forma artística podemos expresar esas reflexiones”, agregó Cabrera, quien ha encontrado en la soledad un tema de reflexión que no pasa de moda.
Bayá fue invitada a participar de la convocatoria y ella a su vez invitó a Sánchez a formar parte de esta experiencia. "Con Joaquín hemos considerado muchas de las posibilidades, desembarcando en una propuesta multimedia basada en los relatos de vida de personas amplias de espíritu (…) que tomaron la decisión de vivir solas”, escribió Bayá.
Soledades no es un intento por definir este estado, sino para crearle nuevos conceptos, a partir de la mirada de los entrevistados. "Para esta muestra se ha trabajado una compilación de entrevistas de personas que hemos identificado que viven en soledad. Trabajamos con gente muy cercana a nuestro medio para hablar del tema”, explicó Sánchez.
Las entrevistas se proyectarán en pequeñas pantallas instaladas en esferas de aproximadamente dos metros, tejidas con mimbre. "Se ha buscado recrear un ambiente de soledad”, señala Sánchez.
Cual si fuera un desierto, las esferas de mimbre serán acomodadas sobre un mar de arena que recubrirá el patio de centro cultural. Entre los entrevistados figuran personalidades del arte como el fotógrafo Roberto Valcárcel, el escritor Agustín Echalar y otros intelectuales como Ximena Machicado y Flavia Ximénez.
La muestra incluye un homenaje a Tamiji Hanamura, el ermitaño que habitó por más de cinco décadas la localidad de El Chairo, que forma parte de la ruta del Camino del Inca, en los Yungas de La Paz. "Fuimos los primeros en ingresar a su casa luego de su muerte, caminamos con un equipo técnico hasta el lugar donde vivía. Fue una experiencia muy interesante porque me ayudó a entender que las soledades tienen un color diferente, de acuerdo a quien la vive”, contó Sánchez, quien invitó a visitar la exposición.
"Entendí que las soledades tienen un color diferente, de acuerdo a quien la vive”.
Joaquín Sánchez
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