Los kusillos abrieron por primera vez el telón del Festival Internacional de Teatro de La Paz (Fitaz) en 1999. En 15 años, lo que parecía una aventura se convirtió en una institución que este 2014 ofrecerá 35 obras nacionales y extranjeras.
Del 2 al 12 de abril, la novena versión del festín escénico —se realiza cada dos años, con la excepción de la segunda entrega (2000) que se celebró al año siguiente de la primera— presentará un programa equilibrado entre obras internacionales y locales.
“Desde que se creó en 1999, hemos seguido adelante. En 2010 tuvimos mucha preponderancia de los grupos internacionales y en 2012 nos enfocamos más hacia el teatro nacional, con 45 grupos nacionales. Ahora hemos logrado algo más equilibrado”, resume la directora del festival, Maritza Wilde.
En esta versión, el público podrá acceder a 35 obras, de las cuales 24 son nacionales —seis son infantiles y se presentarán en el Teatro Modesta Sanjinés de la Casa de la Cultura (San Francisco)— y 11 vienen del extranjero.
La obra encargada de abrir el festival será la boliviana Tunupa, del grupo de danza contemporánea Vidanza, dirigido por Sylvia Fernández. “El teatro contemporáneo reúne varias artes y los actores actuales tienen no solamente la posibilidad, sino la obligación de estudiar otras disciplinas como la danza y el canto, por ejemplo. Por eso elegimos esta obra de danza”, expone Wilde.
En su trayectoria, el Fitaz ha probado ser de gran utilidad para los teatristas. “Sobre todo para los que empiezan, porque tienen la posibilidad de ver propuestas diferentes. También les da entusiasmo y sirve para propiciar otros proyectos”, evalúa la directora que, eso sí, recalca que no se trata de un megafestival comparable a los de otros países. “Para mí los dos pilares fundamentales son los medios y el público, porque sin ellos no hay festival ni hay presentación de una obra. Esperamos que el público asista porque es nuestro gran apoyo”, sostiene.
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