Hace más de dos décadas, la Casa Municipal de la Cultura Simeón Roncal se concibió como un espacio privilegiado para las artes; sin embargo, en la actualidad, pocos son los ambientes que se usan para este efecto.
En el primer piso se encuentran los salones Tristán Marof y Agar Peñaranda, como ambientes apropiados; el resto son oficinas, seis espacios de los cuales apenas dos corresponden a la Dirección de Cultura. En la planta baja para cultura sólo existen tres ambientes: dos salas de exposición: Gregorio Reynolds y ABAP, además de la Biblioteca Municipal. Al margen de ello hay tres ambientes más que funcionan como oficinas de diversa laya.
En el segundo patio, está el teatrino ocupado por el Ballet Municipal y otra sala para la Escuela de Música y Canto, que funciona al frente.
la CRÍTICA DE LOS ARTISTAS
Como se puede apreciar los espacios para la difusión artística no son suficientes, pero además no reúnen las condiciones técnicas necesarias para ese propósito.
Esa misma observación surgió desde la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP), filial Chuquisaca, en la voz de Consuelo Sanz. “Un salón debe cumplir con todas las exigencias necesarias para recibir cualquier obra de arte; en este caso no hay buena iluminación y las paredes no están en buen estado. Entonces, si es una Casa de la Cultura debería brindar estos ambientes con mucha calidad”, observó.
Dijo que la Casa de la Cultura también tendría que contar con personal encargado de los ambientes. “Por ejemplo nosotros, que somos artistas profesionales, tenemos que estar ahí, abriendo, cerrando y controlando los cuadros, cuando nuestra función es producir arte y no estar ahí todo el día viendo los cuadros”, expresó.
Asimismo, reveló su contrariedad porque en los salones a veces se exponen obras de grandes artistas, “pero al día siguiente los mismos salones están exhibiendo tortas”. “Eso no puede ser, no es que estemos discriminando, pero cada uno tiene su espacio”, apuntó.
Del mismo modo, Vicente Vargas, a nombre de los compositores y músicos afiliados a SOBODAYCOM y ABAIEM, recordó que fueron ellos quienes impulsaron la creación de la Casa de la Cultura para los artistas, pero que ese esfuerzo no es reconocido en la actualidad.
“Creo que la Casa de la Cultura no tiene el espacio suficiente para albergar todas las manifestaciones culturales; vemos más bien cómo cada año esos ambientes se vuelven más oficinas administrativas, cuando todos los ambientes deberían usarse para todos los géneros artísticos que se producen en Sucre”, reflexionó.
COMPROMETEN UN CAMBIO
A su turno, el director Municipal de Cultura, Carlos Flores, dijo que se elaboró una nueva reglamentación de uso de espacios para habilitar más escenarios destinados a las artes.
“Este año la Casa de la Cultura ya no va a servir para la venta de muebles, comida y otros artículos que no tienen nada que ver con su objetivo”, aseguró Flores sin precisar fechas.
En todo caso comprometió para esta gestión el reacondicionamiento de los diferentes salones de exposición, además de la iluminación e instalación de un escenario permanente para conciertos.
“Solicitamos que los ambientes del Tristán Marof y los salones de abajo sean exclusivamente salas de exposición. También se solicitó al oficial Mayor de Desarrollo Económico, liberar el depósito que tiene la unidad de turismo en nuestra Casa de la Cultura para que puedan funcionar otras oficinas, pero dedicadas al tema cultural”, sostuvo.
El reclamo
Es una lástima, cuando uno va a la Casa de la Cultura y se encuentra con papelitos de anuncios pegados y ningún espacio para los artistas que quieren mostrar su trabajo"
Vicente Vargas / MÚSICO COMPOSITOR
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