Revista Gorila es un proyecto que comenzó en Facebook y que dio el salto a YouTube y la pantalla chica gracias al canal Abya Yala. El espacio ofrece un formato y contenido que se basan en el espíritu anárquico para explorar las culturas alternativas.
En un año de vida, el proyecto Revista Gorila ya ha ganado adeptos. Comenzó como una página de Facebook —con 2353 seguidores en la actualidad— en la que se comparten contenidos asociados con el cine, la música, el arte y la cultura de los últimos años. Rigel Jáuregui (músico en la banda Surfin Wagner y comunicador), Kique Prieto (radialista, músico y comunicador), Adrián Nieve (guionista) y
Leaño Martinet (diseñador), son —como ellos dicen— los “vasallos del Gran Gorila”, el que les dicta los temas que tocarán en cada entrega.
“Nosotros intentamos ser los violinistas que están tocando mientras el Titanic se hunde”, ejemplifica Prieto, haciendo una analogía sobre lo que quieren hacer dentro de los contenidos multimedia producidos en Bolivia.
Por ejemplo, la televisión nacional, para ellos, es un barco que se va a pique. “Manejamos un lenguaje que se rige bajo la premisa de no tomarle el pelo a la gente. En la Tv, todos los programas que acostumbramos ver mienten, todo es falso y se preocupan más por el estilo visual que por el contenido, si es que no plagian a los canales internacionales”.
Con este objetivo, hace un mes que saltaron de Facebook a YouTube y de ahí, a la televisión. “El peso y la importancia más hermosa que tiene internet es la libertad, no hay muchas restricciones”, señala Jáuregui. Cuando presentaron el piloto a canales, la mayoría les hizo objeciones y les pidieron cambios. “Abya Yala nos abrió las puertas. Ellos han sabido comprender lo que hemos querido mostrar”, comenta Jáuregui. Así, Revista Gorila se emite por el canal 41 en señal abierta y el 111 de Cotel, los jueves de 16.00 a 17.00 y el repris los sábados, de 11.00 a 12.00.
La primera escena del tercer programa muestra al conductor con luces de colores alrededor del cuello en medio de una escenografía basada básicamente en dos cajas con manteles navideños y proyecciones en croma. La introducción al primer invitado reza: “el arzobispo del templo del rock boliviano, Ricardo Zelaya”, quien aparece en escena con el caer de un rayo.
“El proyecto se mueve bajo un espíritu de sátira e irreverencia”, expone Prieto, quien además indica que hay una atmósfera de intimidad en el show, como si el televidente estuviera en una charla entre amigos de confianza a los que no les da verguenza ser políticamente incorrectos. Ellos comparten información sobre sus pasiones personales, como el cine clase B, el cómic y todo lo relacionado con las culturas alternativas. “Lo lindo es tocar temas que llaman a la investigación. La gente que se interesa busca en la web y así tiene mayor bagaje para formar su opinión propia”. Se prioriza la producción nacional con un espacio para entrevistas.
Este 2014, Revista Gorila quiere cubrir más areas. Sus miembros comenzaron con las redes sociales, saltaron a la Tv, lanzarán un podcast (audioblog) y su sueño es hacer un emporio comunicacional.
Un programa a puro pulmón
En la actualidad la Revista Gorila busca auspicios. “No estamos en contra de esto, más bien creemos que algunas empresas son las mecenas de nuevos emprendimientos en esta era”, indica Jáuregui. “Es un asunto de tocar puertas, nosotros nos autofinanciamos, pero ahora estamos en plan de conseguir más apoyo”.
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