Proyección. La cultura andina de Tiwanaku, que se erigió durante siglos en el altiplano boliviano, tiene en el arte cerámico una de sus fuentes más ricas de información sobre la religiosidad y su estrecho vínculo con la naturaleza. Los ceramistas bolivianos encontraron en su morfología y sus contenidos simbólicos una fuente constante de inspiración.
Según los organizadores, las versiones anteriores permitieron rescatar y revalorizar la sabiduría ancestral de los pueblos originarios del país.
Para esta versión, Édgar Arandia Quiroga, director del Museo Nacional de Arte y principal impulsor del simposio, señala como meta principal, la creación de pequeñas unidades de productores, que sean parte del desarrollo integral de Tupiza para que se refuerce su vocación productiva y turística.
En el encuentro, también, se realizarán sesiones de trabajo y formación artística, así como coloquios sobre experiencias técnicas y diseño contemporáneo, además de demostraciones sobre la construcción de hornos alternativos y capacitación en los mecanismos de gestión para exportar.
La actividad se clausurará el domingo 24, en la plaza Principal de Tupiza, con la exhibición de los trabajos elaborados durante ese tiempo.
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