En 1939 María Reiche llegó a Nazca (Perú), donde trabajó hasta 1997 en el estudio y la protección de los dibujos precolombinos de esa localidad. La travesía podrá ser conocida por los bolivianos gracias a la muestra El secreto del desierto y la Dama de Nazca que se abrirá mañana en La Paz.
La exposición ofrecerá fotografías, mapas y videos, el resultado de una labor de casi seis décadas que la investigadora alemana realizó en esta localidad peruana. “Ésta es una forma de lograr que María regrese a La Paz, una ciudad que visitó y le encantó”, manifestó a La Razón Ana María Cogorno, amiga íntima y albacea de Reiche.
La investigadora alemana visitó Bolivia en 1933 y viajó al sitio arqueológico de Tiwanaku. Éste fue un viaje que quiso repetir, pero su pasión por el misterio de Nazca la retuvo en Perú.
Cogorno también dictará una conferencia mañana sobre el trabajo de su mentora y sobre la situación del sitio patrimonial, uno de los yacimientos ecológicos más importantes del país vecino. Entre los temas que abordará está la vulnerabilidad de estos espacios a factores como el turismo desenfrenado y eventos deportivos como el rally Dakar.
“Como persona común y corriente puedo entender el atractivo de esta competencia, pero como conservadora de Nazca estoy totalmente en contra, ya que causa enormes daños al ecosistema, los restos arqueológicos e, incluso, arriesga las vidas de los seguidores”, reclamó.
Cogorno también hablará sobre las diversas luchas que tuvo que emprender su mentora para proteger los grabados de daños causados por el tráfico en la zona. La carretera Panamericana atraviesa la meseta donde están los dibujos y contra los seudocientíficos que acuden al lugar sin preparación y con un turismo muy dañino para la zona próxima al Pacífico.
Tal es el caso del escritor suizo Erich von Dänike, quien promulga la teoría de que las líneas de Nazca fueron elaboradas por extraterrestres. “María lo sacó del sitio porque con sus seguidores estaban dañando los diseños. Sé que aún hay quienes van allí para contactarse con extraterrestres, pero no lo hacen de manera oficial”, admitió Ana María Cogorno.
Las líneas de Nazca fueron descubiertas por Toribio Mejía Xesspe en 1927. Las figuras ocupan una planicie de 450 kilómetros cuadrados y representan diversos animales, entre ellos pájaros, arañas y monos. Lamentablemente eran con frecuencia atravesadas por vehículos y transeúntes que ni se daban cuenta de que estaban pisando los vestigios de culturas precolombinas. Se calcula que 20 o 22 figuras se perdieron antes de que Reiche iniciara sus trabajos de conservación.
La investigadora —matemática, física, traductora y astrónoma profesional— consideraba que las figuras tenían una relación con la observación de las estrellas por los habitantes originarios de la zona. Asimismo, dedujo que Nazca era el equivalente local al Vaticano, un centro espiritual.
Los trazos tienen una profundidad de 10 centímetros en el suelo. Estas hendiduras revelan una superficie de arcilla amarillenta, detalló la experta. La muestra estará hasta mediados de septiembre en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Ingavi 916). Luego, se irá a Santa Cruz.
El perfil de la investigadora
Biografía
María Reiche nació en Dresde, Alemania, en 1903. Estudió Matemáticas, Geografía, Física, Pedagogía y Arqueoastronomía.
Distinciones
Recibió la Orden del Sol, la más grande de la República del Perú.
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