La nueva plaza de las Culturas toma forma

La Empresa Municipal de Áreas Verdes (Emaverde) incorporó al menos 40 obreros para avanzar en la remodelación de la plaza de las Culturas, ubicada detrás de la Casa de la Cultura. La empresa Iteca se adjudicó la obra del armado del tinglado y se espera que las siguientes obras tengan avances significativos.

La plaza lucirá una nueva fuente de agua con gárgolas, pasillos con adoquines en forma de abanico, una semicubierta, dos áreas de café, un atrio, accesos para personas con discapacidad, sistemas de iluminación y sistemas de drenaje para captar las aguas pluviales.

El responsable del proyecto de Emaverde, Pablo Balanza, informó que la obra tiene 60 por ciento de avance.

Al momento ya se armaron los muretes de los dos sectores de café, ubicados al frente de las galerías comerciales de la parte baja de los edificios Mariscal de Zepita y Libertad.

“Los muretes en ambos lados tienen incorporados sistemas de iluminación decorativa que resaltará el espacio, además, casi al concluir el proyecto se colocará una baranda de vidrio. El interior lucirá un porcelanato rugoso antideslizante de alta calidad”, explicó.

Tras la construcción de siete columnas, especialistas de la empresa Iteca, hace 10 días arman la estructura del segundo componente del tinglado. Éste tendrá siete cerchas que sostendrán el techo de policarbonato transparente en forma de abanico. Las estructuras prefabricadas son traídas de la fábrica y colocadas con seguridad.

Dentro del patrimonio arquitectónico, un grupo de 10 obreros adoquinan los pisos y pasillos con piedras comanche.

“Los pisos y pasillos tienen un diseño en forma de abanico que da un bonito acabado. Tendrá un emboquillado de dos tonos entre piedra comanche. Anteriormente el piso lucía un tipo de piedras huevillo”, expresó.

Balanza explicó que por seguridad y estética la fuente que se encontraba al lado de la calle Potosí fue trasladada a un costado de la calle Sanjinés.

La estructura base en forma de “L” de la fuente, que es visible, tendrá seis gárgolas desde donde saldrán chorros de agua. Las paredes y pisos lucirán piedras comanches y un sistema de iluminación decorativa. La inversión en todo el proyecto es de casi cuatro millones de bolivianos.

Será un nuevo espacio para el qué hacer cultural sobre todo para las exposiciones de libros, lienzos o cuadros de artistas locales.