Este cuadro es expuesto en el salón "Valerio Calles" de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP), y es el primero que se vendió de los 13 que se muestran, del mismo artista.
Explicó que la inspiración surgió de imaginarse a un soldado que fue abatido por los chilenos y cuya bandera que tenía en su poder, cayó al fondo del mar, quedando allí por 134 años, a la espera de su rescate, y cuyos colores, que resaltan, recuerdan a los bolivianos la obligación que tienen de recuperar esa parte del Océano Pacífico que les corresponde.
"He tratado de plasmar en tantos años esta idea que no podía completar la obra, y para esta exposición he puesto algunos toques, la bandera siempre estaba, pero hice algunos arreglos y para mí es un dolor que esta obra se vaya, porque tantos años en mi casa y la traigo a la exposición y es el primer cuadro en venderse, al oficial mayor de Cultura, Miguel Guerra", sostuvo al indicar que además era el cuadro más caro de la exposición, pero que el costo no era muy elevado.
Asimismo, indicó que el cuadro refleja el sentimiento de pertenencia que cada uno de los bolivianos tiene respecto al mar, "los peces también siguen siendo nuestros, y cada vez que ven el cuadro añoran el mar".
"Creo que como conocedores de la historia y de esa coyuntura que hemos pasado, no debemos olvidar nunca y ese sentimiento debe seguir floreciendo con más fuerza y que en este mes que recordamos a nuestro mar, no desmayemos en recuperarlo", manifestó el artista, que realiza su última exposición en Bolivia, pues por algún tiempo se va a radicar a Brasil.
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