Han realizado sesiones fotográficas desde un bebé de su amiga Silvana Justiniano, hasta al mismísimo cardenal Julio Terrazas, algo que las enorgullece porque ambas son católicas.
Sus fotografías van más allá de las típicas imágenes posadas. Han impuesto el ‘Photo Wedding Journalist’ en los álbumes de bodas, entre otros estilos propios.
¿Cómo es que una abogada y una ingeniera comercial terminan en la fotografía?
CB: Siempre me gustó y no fue hasta que hace unos años decidí que quería aprender inglés. Como sabía que no lo iba a hacer, si no era con algo que me interesara, me inscribí al curso de Fashion Photograpy, en el New York Institute, en Estados Unidos.
Después me dediqué a tomar fotos a mis amigas, pero como un pasatiempo, hasta que Anhelí vio un valor comercial a lo que hacía.
AF: Yo hice que nuestro hobby se convierta en trabajo.
¿Quién fue, entonces, su primer cliente?
AF: Fue nuestra amiga Silvana Justiniano, quien nos pidió fotografías para su álbum personal. A nivel empresa fue Nágera Nacif para su campaña 2010, su modelo fue Irene Gutiérrez.
¿A qué atribuyen el éxito que han tenido?
CB: Al principio yo pensaba que mi estilo no iba a gustarle a nadie, pero después nos fueron llamando para hacer nuevos trabajos. Al parecer llenamos un espacio que no existía todavía en el país. Lo que hacemos es algo diferente de los demás. No tratamos de imitar a nadie.
¿A quién les gustaría hacer una sesión?
CB: Al papa Francisco, sería un orgullo inexpresable, porque las dos somos católicas y además muy agradecidas con Dios, porque esto que estamos viviendo es gracias a él.
AF: Sería algo grande en mi vida, el primer papa latinoamericano, es casi nuestro, porque los latinos casi todos somos iguales.
¿Cómo logran que sus modelos se abran ante ustedes?
AF: Al comienzo es muy difícil, porque ellos vienen con una idea y cuesta hacer que cambien, así que no lo intentamos, primero hacemos lo que ellos quieren, luego les pedimos que hagan algo que nosotros queremos y van cediendo y, al final, termina gustándoles más lo que nosotros les pedimos.
CB: Yo me enamoro de mis modelos, y cuando los retrato lo que hago es mostrar su interior, tal cual son. Por lo general, las personas a quienes fotografío son personas extrañas y después han terminado siendo nuestras amigas.
¿Cuál es su límite?
CB: Creo que no lo hay. Cuando empezamos tomando fotos de personas no nos animábamos a hacer producciones de bodas y ahora las hacemos, además de 15 años y otro tipo de acontecimientos. Sentimos placer por lo que hacemos.
AF: La verdad no lo vemos como un trabajo, porque cuando lo hacemos lo disfrutamos tanto que ni siquiera sentimos el cansancio. A Carly le han picado abejas, mosquitos, pero la satisfacción es ver el trabajo terminado tal y como lo habíamos imaginado.
Perfil
Cargo: fotógrafa y productora
Ciudad : Santa Cruz de la Sierra
Amigas de toda la vida
Se conocieron hace unos 20 años a través de un grupo de amigos en común.
Madres dedicadas
Carly tiene una hija, Renata (3), y Anhelí tiene tres: Esteban (12), Santiago (8) e Isabella (6)
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