Actualmente se encuentra promocionando su primer disco que tiene como propósito recopilar canciones antiguas de Nilo Soruco.
“La aurora despierta pintando la sierra y cruza por ella la moza labriega”, este es primer verso la canción Sembradora de Estrellas de su primer disco que también lleva el mismo nombre y es que Catherine con sólo 12 años de edad ya se perfila para ser una cantante reconocida en el país.
Todo comenzó cuando ella tenía nueve años, cuando cursaba el tercero de primaria en la escuelita Brasil, decidió por si sola a participar de una hora cívica en su establecimiento. Pidió que le fletaran un traje de charro mexicano, cuando ya acababa el evento suplicó a su maestra que le permita cantar, le dieron la oportunidad y al escuchar su potente voz se convirtió en un número musical infaltable en los siguientes actos.
Cuando sus papás se percataron del talento que ella tiene la impulsaron a tomar clases en la Fundación de Nilo Soruco y comenzó su historia musical.
“Tuve la suerte de participar en el 2009 en el V Festival de Canto de la Cueca y del Bailecito de Nilo Soruco, representando a La Paz en Tarija y gané”, comentó la cantante.
Sin embargo en el 2011 el galardón fue doble porque ganó el mismo festival pero además ganó el concurso de ganadores, fue entonces que decidió emprender el largo camino de los artistas.
Ahora grabó su primer disco que contiene 12 canciones que en su mayoría son recopilaciones de Nilo Soruco, canciones nacionales que no son muy difundidas.
“En realidad quisiera brindar un reconocimiento a este personaje porque sus letras tienen mucho contenido”, indicó Catherine.
En esta era, Catherine escogió interpretar música nacional porque “quiero resaltar lo nuestro pienso que tenemos una riqueza cultural en este género, además siempre me gustó”.
Por su parte, la familia aseguró que para apoyar a la menor tuvieron también que hacer sacrificios.
“La intención nuestra ha sido siempre apoyar a nuestra hija para que su talento no se quede ahí, pero obviamente esto supone una inversión significativa y nos vimos en la necesidad de vender nuestro vehículo para tener los recursos para realizar el viaje a Tarija”, señaló Humberto Montero, papá de la artista.
Asimismo, el padre manifestó que “mi hija tiene mucha suerte que cuente con una familia que la apoye pero la mayoría de los niños y jóvenes que tiene talento artístico, no tiene posibilidades de que sus padres los apoyen, además no existen entidades que apoyen a estos jóvenes bolivianos, ni siquiera las autoridades y la mayoría se queda en el camino”.
Mientras su familia apostó por su talento Catherine entregó varias horas de ensayo y esfuerzo, y aunque ella asegura que se divierte haciendo lo que hace, se tuvo que privar de muchas otras cosas para que su talento rinda frutos; por ello recomienda a la juventud a seguir sus sueños.
“Quiero decirles que luchen por lo que quieren pero que le dediquen mucho tiempo y esfuerzo para que puedan alcanzar sus anhelos”, exhortó la niña.
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