“Esta exposición forma parte del proyecto documental Ciudadela, de Diego Mondaca, que trata de mostrar la vida dentro del penal de San Pedro y que se enfoca en su vida cotidiana, como la comida, el fútbol, el lavado de ropa y algunas particularidades, como su fiesta anual, en la que participan sus esposas y sus hijos”, dice el fotógrafo.
Antes de tomar su cámara, este fotógrafo boliviano -que forma parte del colectivo Sinmotivo- trató de interiorizarse con la gente del penal y los espacios de los cuales dispone. Fue así que comprendió que “una vez se conoce el lugar no hay nada que sea tan extraño a la vida ‘normal’”.
El fotógrafo Patricio Crooker explica que documentar estos espacios es cuestión de valor y fuerza, pero sobre todo de una alta dosis de sensibilidad. “Con sus encuadres en las fotos nos desnuda un humanismo profundo, más cercano que lejano”, opina.
Con una admirable empatía, Estellano se adentró en rincones que podrían parecen inaccesibles, que ahora los da a conocer en 43 fotografías, en las que muestra a los reclusos en su faena diaria, sus habitaciones con paredes pintarrajeadas y encuentros deportivos y folklóricos.
Sobran razones para asistir a esta exposición en el Centro Cultural de España, en la avenida Camacho 1484, que estará abierta hasta la primera semana de diciembre.
“Quisiera que las personas que vean esta muestra se hagan preguntas y se cuestionen sobre temas de nuestra vida cotidiana, como la libertad, que obviamente uno se plantea en una cárcel, pero que también deberíamos plantearnos afuera”, concluye el autor.
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