La convención inició el viernes en un céntrico hotel, donde aproximadamente se realizaron 300 tatuajes por día a manos de expertos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, España, Estados Unidos, Panamá, Perú y Bolivia.
Todos los artistas hicieron trabajos con el mismo costo sin importar su nacionalidad, por lo que los fanáticos de los tatuajes aprovecharon de hacerse uno nuevo tatuaje con los mejores artistas de cada región, dijo a The Associated Press la encargada de prensa de la convención Carminia Medrano.
Un tatuaje de una mujer indígena boliviana, llamada cholita, de unos 10 centímetros, en el pecho cuesta entre 25 a 30 dólares, ya que el conjunto de polleras (faldas) largas y plisadas, una mantilla que cubre su espalda y un sombrero borsalino llamó la atención de los artistas extranjeros que llegaron a La Paz.
En los primeros concursos de exposición de los trabajos ganó un boliviano con su diseño de un tribal y en segundo lugar se colocó un costarricense.
El premio del evento que finaliza hoy por la noche será una máquina para hacer tatuajes, valuada en 800 dólares, por ello los tatuadores se apresuran con sus obras de arte para presentarlas y esperan ser seleccionadas para competir.
"Bolivia no queda indiferente a esa tendencia mundial. A diario, todos ven en el cine, en la televisión, en internet, en revistas y en todos los medios de comunicación, a artistas, deportistas, personas comunes y corrientes o profesionales, lucir orgullosos los dibujos hechos con detalle sobre diferentes partes de sus cuerpos", señaló Medrano.
Los cuidados sanitarios estuvieron presentes y bien vigilados ya que este arte cultural atrajo a bastante gente que incluso hizo cola en busca de ser tatuado.
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