En mayo pasado, el elenco inició un “viaje sobre ruedas” hacia Río de Janeiro, una exitosa y original iniciativa que motivó a otros grupos culturales de Brasil, Argentina y Colombia a seguir sus pasos y asumir el reto de devolver la visita “sobre ruedas” a Bolivia.
La llamada Caravana por la Vida tenía el objetivo de recoger las demandas e inquietudes de niñas, niños y jóvenes de diferentes poblaciones de Bolivia y Brasil, para presentarlas en la Conferencia Río+20 que se efectuó en junio.
Estos propósitos, no obstante, no impidieron que durante el recorrido desplegaran también su propuesta artística, y en cada parada presentaron la obra Hasta la última gota, cuyo hilo conductor es el agua, como un elemento vital para la supervivencia de la humanidad.
Un viaje enriquecedor
La delegación artística estuvo compuesta por diez miembros de Compa (palestra de Teatro Trono) a la que se unieron 15 jóvenes de otros países, con quienes viajaron y convivieron en un bus durante 47 días, desde la población de Copacabana en La Paz, pasando por El Alto, Huanuni, Oruro, Cochabamba, Villa Tunari, Santa Cruz, Puerto Suárez, Corumbá, Sao Carlos, Sao Paolo, Taubaté y Río de Janeiro.
Tras ellos partió un camión-teatro que hizo de escenario para la presentación de la pieza creada específicamente para esta misión y preparada durante tres meses: una sátira que articula las historias de personas de diferentes estratos sociales y hace énfasis en cómo sus acciones afectan en la vida de los demás y del medio ambiente.
“Pudimos apreciar hermosos paisajes desde el bus, pero más importante fue poder recoger las voces de niños de Bolivia y Brasil, que plasmaban sus ideas mediante dibujos. Fue un intercambio cultural que nos emocionó a todos”, comenta la actriz Shezenia Hannover, de 20 años.
En cada estación, los artistas se reunieron con los vecinos e incentivaron el debate sobre temáticas ambientales mediante charlas y proyecciones de cortometrajes.
Luis Fernando Montoya (24) destaca que, a pesar de la diferencia en el idioma, se entendió el mensaje y se promovió el diálogo. “Al principio pensábamos que no iban a entender, pero lo comprendieron y aceptaron positivamente”.
Muestra de ello fue la acogida que tuvieron en cada ciudad de Brasil, donde la gente esperaba su llegada en las calles y los recibía “como a héroes”. Fue una experiencia por de más enriquecedora, en la que hicieron del arte un espacio de intercambio de ideas y un instrumento transformador.
“La reunión de Río+20 fue sólo una excusa para encontrarnos con otros grupos culturales que llegaron de diferentes países y con quienes pudimos compartir experiencias en el campo del arte”, comenta Luis Vásquez, de 25 años.
Encuentros
Inspirados por el éxito de la experiencia, artistas brasileños organizaron la Caravana por la Paz, que llegará a nuestro país en mayo del próximo año. Pero eso no es todo, también se unirán otras caravanas desde Argentina y Colombia, que a su vez estarán integradas por artistas de Cuba y México.
Confirmada la presencia de todos, se organizó el primer Congreso de Cultura Viva Comunitaria Latinoamericana, en el que participarán líderes de gestión cultural de la región como Celio Turino, Inés Sanguinetti y Jorge Melguizo, entre otros.
“Fue una experiencia muy importante y cuando compartimos con otros artistas y confirmaron que repetirían la vivencia, decidimos reencontrarnos en Bolivia. Tenemos mucha expectativa”, manifiesta Iván Nogales, director de la Fundación Comunidad de Productores en Artes (Compa) y Teatro Trono.
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