Y explica así, el reconocido actor, su “inimaginable” debut en el mundo del cine. Pero no sólo eso, cuenta además que otra gran sorpresa fue enterarse que interpretaría al histórico líder indígena Pablo Zárate Willka.
“Tuve suerte de ser elegido por Sanjinés. Fue una experiencia muy linda”, revela Achirico, quien actualmente ensaya junto a su elenco para estrenar la próxima semana su obra Hamlet de los Andes, en Sucre.
Luego de una ausencia de ocho años en el cine, el director Jorge Sanjinés presentó ayer su filme Insurgentes en una función de premier en una sala del Megacenter (Irpavi). Las funciones para todo público comenzarán mañana.
Sobre el antes, el por qué y el cómo de esta cinta que narra capítulos cruciales de la historia del país, reflexiona Achirico en este diálogo.
- ¿Qué representó para usted participar en Insurgentes?
- Fue una experiencia muy linda y única. Estoy muy agradecido con Jorge Sanjinés por la oportunidad. No me la esperaba, nunca había pensado incursionar en el cine. Trabajo 20 años junto a mis compañeros del Teatro de Los Andes y siempre con una entrega total por el teatro.
Cuando recibí la propuesta, realmente estaba muy ocupado con mi elenco, pero pude darme un tiempo para emprender el desafío de participar en el cine. Además no podía rechazar la oportunidad de trabajar con Sanjinés, pues siempre he admirado su trabajo.
- ¿Qué nos puede decir de su personaje?
- Interpreto a Pablo Zárate Willka. Recuerdo que cuando Sanjinés hizo la propuesta me detalló cómo serían algunas de las escenas del filme, de qué se trataría y qué personajes buscaba. Recién después me dijo que haría de Zárate Willka, el famoso luchador indígena.
- ¿Qué significó para usted interpretarlo?
- Me dio mucho gusto porque es una oportunidad de recordar a todos los personajes de la historia del país que, como él, muchas veces ni siquiera son mencionados. Ahora, en este momento de cambio, es muy importante resaltar su valor.
Me he sentido feliz de hacer este personaje porque es como ayudar a poner a (Pablo) Zárate Willka en el lugar que se merece.
- ¿Qué pudo conocer y aprender del personaje, pues al interpretarlo seguramente se acercó a su figura histórica?
- Admiro la capacidad que tuvo de organizar a mucha gente y luchar en tiempos muy difíciles. Tuve que leer todo sobre su vida, su lucha. Entendí que luchaba en pro de los derechos de los pueblos, para que los indígenas tuvieran tierras. Toda esa información me ha ayudado a entenderlo y encarnarlo.
- ¿Cómo fue la experiencia de rodar con Sanjinés?
- Fueron cuatro días de trabajo en La Paz y Cochabamba. Recuerdo que la última toma la realizamos en la cumbre en La Paz, a las cinco de la mañana y yo estaba sólo con una camisa.
Teníamos que filmar la escena del fusilamiento de Zárate Willka y lo impresionante fue cuando caí en el piso y sentí que estaba más caliente que el aire. Además fue muy especial trabajar bajo las indicaciones de Sanjinés.
- ¿Qué rescata de la experiencia de pasar de hacer teatro a una producción cinematográfica?
- Hay una diferencia muy grande porque en el teatro tenemos que hacer muchos ensayos para montar una obra, pero cuando tuve que enfrentarme con las cámaras ha sido diferente, sentí que era menos complicado.
- ¿Le gustaría volver a participar en otra película?
- Ésta fue una experiencia linda por el encuentro con Sanjinés y además con varios amigos; pero no me animo a decir que me dedicaría al cine, no lo creo, pero tal vez me animaría a aceptar otra invitación ocasional.
La verdad, estoy más enfocado en mi trabajo que es el teatro. En la actualidad continuamos con los ensayos de Hamlet de los Andes, pues la próxima semana la estrenaremos en Sucre.
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