El texto de la obra pertenece a Diego Aramburo, es una versión libre de Hamlet de William Shakespeare que profundiza la odisea del protagonista a partir de la muerte de su padre. Este es un hecho transversal, que impulsa la acción dramática, desde los momentos de máxima tensión a escenas distendidas que dan cabida al cinismo y la jocosidad.
Hamlet es un personaje liminal, pasa de la lucidez a la locura; los fantasmas en torno a la muerte de su padre hacen que su existencia oscile como un péndulo entre la vida y la muerte, no sólo propia, sino de los seres que acompañan su martirio. La historia que pesa sobre sus espaldas es una carga que persiste, que se ata a su ser… pero, ¿cuál ser?, el que se pone en evidencia en el escenario o ese otro, el del mundo “real”. Ser o no ser, esa efectivamente es la cuestión, aunque tal vez ese sólo sea un pretexto para abrir una caja de pandora que detona un sinfín de interrogantes, propias y ajenas.
La nueva obra del Teatro de los Andes, la primera del elenco luego del alejamiento de su antiguo director, César Brie, marca la apertura de un nuevo ciclo en el reconocido grupo teatral. Además de la calidad actoral de Lucas Achirico, Gonzalo Callejas y Alice Guimaraes, que una vez se manifiesta de manera contundente sobre el escenario, ahora destaca la apertura al tratamiento de nuevos temas y la forma de abordaje, aunque estas novedades no implican que los “toques” del estilo del Teatro de los Andes hayan cambiado, continúan ahí brillando, como antes.
Por otro lado, los aspectos técnicos, principalmente escenografía, luces y sonido, fueron trabajados con detalle y jugaron un papel importante para motivar y enriquecer las sensaciones del público.
“Hamlet de Los Andes” continuará con presentaciones cada noche hasta el domingo. Las funciones son a las 20:00, en el Teatro 3 de Febrero. El costo de la entrada general es de Bs 30 y en galería Bs 20. Están a la venta en el mismo teatro de 9:00 a 12:30 y de 15:00 a 19:00.
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