viernes, 27 de julio de 2012

Un templo atrapa los sentidos de los turistas

La Basílica de San Francisco ofrece un recorrido histórico que traduce la Revolución de 1809.

Una astilla de hueso perteneciente a San Francisco de Asís, una campana rajada, el único cuadro del mundo con la imagen de la Virgen María Inmaculada en etapa de gestación, y la primera pila bautismal de la ciudad de La Paz, son parte de las 11 mil piezas que guarda el Centro Cultural Museo San Francisco como un atractivo para el turística local y extranjero. Este repositorio, a diferencia de otros museos, invita a los visitantes a oler y sentir las piezas que datan del siglo XVII.
Identidad cultural. La Basílica de San Franciso es un templo que fue construido el 2 de Agosto de 1549 por el Fray Francisco de los Ángeles. Es considerada una obra maestra del barroco mestizo por su edificación en piedra labrada. Sus ambientes son habilitados como museo desde 2005, el precio de ingreso para el recorrido, que dura tres horas, es de 10 bolivianos para nacionales y 20 bolivianos para extranjeros.
Según José Rojas, director ejecutivo del Centro Cultural Museo San francisco, “este espacio custodia y valora los bienes culturales más significativos de la identidad paceña desde un punto de vista histórico, por lo que no es un depósito de obras inanimadas, sino que documenta la vida cultural y religiosa”.
Piezas simbólicas. En la parte superior del museo se halla una campana con la que los franciscanos llamaban a los indios para sumarse a la gesta revolucionaria de 1809, y se la conoce como la “campana rajada”. Otro de los tesoros de esta pinacoteca es la astilla de uno de los huesos de San Francisco de Asís, cuya reliquia fue obsequiada por el Vaticano; a éstas se suman el lienzo de María Inmaculada en etapa de gestación, que según José Ríos es el único en el mundo que fue traído desde España, en el Siglo XVII. Estas y otras piezas religiosas e históricas se presentan en las 27 salas del Museo que abre sus espacios desde las 9.00 hasta las 18.00.

96 por ciento de los visitantes volven y/o sugieren este espacio, según una encuesta.

“Este espacio es un pasadizo del tiempo que muestra lo rural con lo urbano. Hablar de 'la San Francisco' es como hablar del Illimani. Es reconocida a nivel nacional”.

José Ríos / DIRECTOR EJECUTIVO DEL CENTRO CULTURAL MUSEO SAN FRANCISCO

San Francisco, una leyenda viva de la revolución. Según Ríos, muchos de los acontecimientos suscitados durante la revolución paceña (1809) se llevaron en inmediaciones del templo de San Francisco. “Pedro Domingo Murillo y Presbítero Medina, parte de la Junta Tuitiva, fueron constantes visitantes y refugiados. En aquella época nuestro jardín abasteció con alimentos a la indígenas bolivianos y a los españoles, cuando la ciudad fue cercada”.

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