Renuncia colectiva de docentes en Bellas Artes

El Instituto de Bellas Artes pasa momentos difíciles, luego de que el gobierno lo interviniera en junio traspasándolo del estatuto de convenio al sistema educativo estatal. Esto se refleja con la renuncia colectiva de 38 de los 70 docentes, cerrando ayer una semana sin clases, con cientos de niños y jóvenes en la incertidumbre.

Falta de salarios. Según los padres de familia, los profesores se fueron porque hace dos meses que no se les paga. "Es terrible. Los cuatro puntos del compromiso que firmaron los del Ministerio de Educación no se han cumplido. Nuestros niños no saben qué hacer”, manifestó indignada, Esther Méndez.

Una fundación por años. La escuela, históricamente fue administrada por la Fundación “Bellas Artes”, integrada por padres de familia, cuyo aporte de 330 bolivianos mensuales había sostenido una formación especializada en música en todos los géneros. Este principio, según Yuvinka Olaechea, "se resquebrajó desde junio y hoy la institución está convertido en un caos".

Hechos que hablan. Tomando en cuenta el documento firmado entre padres de familia y el viceministro de Educación Superior, Armando Terrazas, ninguno de los cuatro puntos del acuerdo se ha cumplido, dicen los estudiantes y padres de familia.

Caso Ítem. El documento del 9 de junio dice en su primero y segundo punto que el Ministerio de Educación cubrirá todas las horas déficit en la modalidad del sistema regular. Además garantiza la estabilidad laboral de todo el personal docente.

"Nos dijeron que nos iban a dar 26 nuevos ítems jerarquizados para los docentes. Nada, más bien no les pagan y se fueron", argumentó Olaechea.

Denuncian xenofobia. Los padres de familia denunciaron que de los profesores especializados en la enseñanza musical de violín, violoncello, guitarra clásica, órgano, entre otros son en su mayoría extranjeros. Estos se fueron porque no fueron vistos con agrado por las autoridades, denunció Giovana Virhuez, madre de familia.

Otra vez lo del pago. En junio, el propio director departamental de Educación, Bartolomé Puma, había anunciado en junio que los padres de familia no pagarían más esos 330 bolivianos. Garantizó la educación gratuita. Pero esta postura cambió. El nuevo Rector, Franz Gustavo Terceros, dijo ayer: "le he pedido a los padres de familia que se organicen para que esos aportes lo hagan a un fondo del Ministerio". No quiso referirse al problema de los docentes.