A este trabajo se suma la apertura de una nueva sala en la que se exhibirán obras de arte alusivas a la gesta libertaria, además de piezas de cristal y platería de los siglos XVII y XVIII.
“El museo ahora tiene una octava sala, en la que se exhiben piezas nunca antes mostradas. Son joyas únicas”, dijo Leonor Cuevas, jefa de la Unidad de Museos Municipales. “Algunos de los objetos fueron encontrados en la casa y otros fueron adquiridos poco a poco”, añadió.
El Museo Casa de Murillo abrió sus puertas en 1950, luego de que la Alcaldía de La Paz expropiara la propiedad a sus antiguos dueños, debido a su valor patrimonial, pues allí vivió el héroe paceño del que toma su nombre.
Debido a esto autoridades ediles criticaron la semana pasada la intención, de la Gobernación, de declarar a este inmueble Patrimonio Departamental y de esta forma compartir la tuición y administración.
“No puede ser un bien departamental porque está inscrito en Derechos Reales como propiedad del gobierno municipal de La Paz”, declaró entonces el alcalde Luis Revilla.
Pese a todo, la Gobernación se apresta a aprobar la Ley de declaratoria de Patrimonio Departamental de la Casa de Murillo. No se descarta que ello ocurra en una sesión programada para mañana.
Los bienes y la refacción
Sobre los trabajos de restauración, Franco Chávez, de la Escuela Taller La Paz, comentó que se reconstruyen los marcos de madera de las pinturas coloniales. “Hay algunos que están desgastados y además de la reparación se les pondrá un acabado con la técnica del pan de oro”.
Junto a Chávez, otros 11 restauradores trabajan en este proyecto desde mayo. “Varios turistas y visitantes nos observan mientras restauramos las piezas”, cuenta, y agrega que se tiene previsto finalizar este fase en octubre.
Posteriormente se encararán las labores de restauración de los muebles del dormitorio de Murillo. “Nos encargaremos principalmente de la limpieza”, sostuvo el restaurador, que también informó que se tiene programado para fin de año comenzar con los trabajos de reconstrucción de la fachada del inmueble.
La Casa de Murillo es, para la Alcaldía paceña, uno de los emblemas de la ciudad porque en él se guarda la esencia de los ideales y preceptos que difundió el máximo protomártir local.
“A través de la imagen de Pedro Domingo Murillo este espacio intenta recrear el sueño libertario. Por eso las ocho salas del museo están directa e indirectamente relacionadas con la revolución del 16 de julio de 1809”, comentó Cuevas.
Sobre la sala nueva, ubicada en la planta baja, la responsable de los museos municipales indicó que acoge obras de arte de la época de la revolución, entre ellas un cuadro del cerco de La Paz y otro que muestra una panorámica de la ciudad en la época en que se gestó la revolución.
Un piso más arriba está la sala de la Conspiración, donde se exhibe, con los libros que leía Murillo, además, una copia de la proclama de la Junta Tuitiva que deja testimonio de la gesta emancipadora.
Otra de las salas emblemáticas es la que alberga retratos de Murillo, como Alegoría a Pedro Domingo Murillo, de Juan Muller (1909); Ejecución de Murillo, de B. Olivares (1900); y El buen Murillo, de Avelino Murillo (1909).
“Varias de las pinturas son representaciones del protomártir porque en esa época los artistas estaban interesados en retratarlo”, explicó.
En otro de los espacios se tiene una recreación de la alcoba y escritorio del héroe, armado según relatos de historiadores. El lugar está decorado con muebles del siglo XVII. Al lado del dormitorio, se encuentra la sala denominada Oratorio, que muestra el espacio tradicional, con el que contaban las edificaciones del siglo XVIII, destinado al culto religioso.
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