domingo, 20 de mayo de 2012

Vidal Sosa es uno de los artistas más representativos del género costumbrista

Cuando el Camba Florencio y el Carretero Enamorao eran colegiales ya pintaban para declamadores. Por entonces se los conocía por sus nombres de pila: Antonio Anzoátegui y Vidal Sosa. Y por ese entusiasmo, no tan frecuente, de disfrutar participar en desfiles y actos cívicos. Aunque nacieron en lugares distintos, uno en Montero y el otro en Porongo, compartirían un destino similar durante su vida de canto y poesía.

Destinos similares. Bismark Cuéllar Chávez, investigador y miembro de la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz, los recuerda en incontables actos cívicos y cabildos. Señala que aunque nunca hicieron una presentación en conjunto, compartieron una suerte similar. Ambos fueron encargados de la cultura en sus respectivos municipios. "A Antonio lo despidieron en 2008 del municipio de Montero. Pasó a Warnes donde estuvo otro tiempo, hasta un nuevo cambio de alcalde. A Vidal, lo vi el último día de la tradición. Ya comentaba que no tenía contrato ni seguro médico".

Propuestas. Cristina Umaña Pérez, la madre de Vidal, recuerda de su hija esa inquietud por preservar la tradición "y que era un hombre que no le interesaba el dinero". En ese aspecto, el investigador, señala que es importante "despolitizar la gestión cultural".

El vicepresidente del Comité Cívico, Nicolás Ribera, señala que son las autoridades municipales y gubernamentales las que deberían emprender programas sociales en beneficio de los artistas. En el caso de Vidal proponen la entrega de una pensión vitalicia para su esposa y una estatua conmemorativa.

"Conocer la cultura es importante para tener una identidad. Y sin ella no podemos avanzar como pueblo".

Aldo Peña
Compositor y Cantante

Punto de vista

Nino Gandarilla
Historiador - Exvicepresidente Cívico

Desaparición devela un falso cruceñismo

Tiene que ver un poco con mediocridad intelectual. No solo veo que muchos supuestos defensores de la cruceñidad han sido indiferentes con la atención de representantes invaluables del costumbrismo cruceño, sino con el incentivo a las actividades de este género.

Alcaldía y Gobernación deberían incentivar políticas que permitan un desarrollo artístico cultural adecuado. Vidal Sosa estuvo en muchas de las concentraciones cívicas en las luchas por la autonomía, era un referente, pero murió sin contar con un seguro de salud adecuado.

Su desaparición forma parte un falso cruceñismo. La sociedad incentivó a que sus hijos aprendan música o bailes del oriente, pero la mayoría se opondría a que se dediquen a esto como actividad profesional. Porque saben que no hay dinero. Matan al artista antes que florezca, porque no encuentran el incentivo económico para pensar en dedicarse solo a esto.




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