Uno de los cuadros que llama la atención en la exposición, es aquel que tiene escrito un verso interesante, de autoría de Saravia: "El lugar oscuro de la luna, donde habitan los que abandonan sus cuerpos, reflejados en los charcos que deja la lluvia, en verano, en actos de desdoblamiento se despojan de sus armaduras, mojan sus cuerpos y rostros en la tormenta…".
El artista plástico no realizó una exposición desde la conmemoración del Cuarto Centenario (2006) en lo que antes fuera el hall de la Prefectura de Oruro, ahora Gobierno Autónomo Departamental, desde entonces el artista fue mejorando su técnica en la plástica.
Esto se vio en la exposición realizada en ambientes del Museo "Simón Iturri Patiño", el cual está dividido en cuatro facetas del artista. En la primera, Saravia recuerda aquel tiempo que su talento estaba destinado a la denuncia de la injusticia social, siendo este periodo el inicio de su incursión en lo que vendría a ser su profesión.
De aquel tiempo hasta la fecha, cambió los colores oscuros por pinceladas coloridas en bases de franela negra, por cierto muy atractiva y elegante, plasmando en ellos signos parecidos a los enigmas andinos, esta nueva propuesta es una fase radical a comparación de lo que en un principio creó.
Por otra parte, Walter Saravia también muestra en esta misma exposición una faceta de estilo expresionista, poético y misterioso, lleno de simbologías zoomorfas y de evocación a la muerte representada en esqueletos vestidos.
A la vez muestra a estos seres telúricos interpretando algún instrumento, ya sea un acordeón, una guitarra o reflejado en un retrato, también figura en todas sus obras un gato, el artista se identifica con este felino, ya que este siempre observa lo que acontece, paciente, como si fuera parte de la decoración.
Y la cuarta fase es el resumen de todo lo explicado, plasmado en forma escrita, inspiraciones que pronto serán impresas en un material de lectura, poemas y pensamientos que fueron acumulados durante los más de 35 años de trabajo artístico.
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