Primero surgió El Colectivo: Música Alternativa Independiente, una alianza entre bandas locales que articuló lo que era ya evidente por las presentaciones en vivo, grabaciones, videos, una serie de iniciativas aisladas que iban jalando el carro desde diferentes puntos. El Colectivo se puso en marcha y el panorama empezó a cambiar sustancialmente.
La punta de lanza fue la creación del festival Jóvenes Fundando Santa Cruz en 2010, que se logró en alianza con el Gobierno Municipal, que apoyó con equipos técnicos, presupuesto y un espacio público para llevarlo a cabo (la Manzana 1). Dada la buena convocatoria, la colaboración continuó con otros eventos (como fueron los festivales Rock en el Museo y Hip Hop en el Museo, desarrollados en el Museo de Arte Contemporáneo de esta ciudad).
En septiembre del mismo año, el Festival del Bicentenario —ahora llamado Festival de Música Alternativa Independiente— completó el escenario para poner en evidencia que la música en Santa Cruz está en total efervescencia: el encuentro congregó a 33 artistas locales en un evento pagado, sin consumo de alcohol, en un espacio público y con un promedio de 1.000 asistentes por jornada.
Ese mismo año, las actividades de El Colectivo se ampliaron y dieron paso a una serie de foros y debates sobre la industria musical en el país. “Hicimos tres foros sobre tecnología, internet y medios de difusión a través de la red”, comenta Ronaldo Vaca-Pereira, fundador de El Colectivo y vocalista de Animal de Ciudad, una de las bandas pioneras en este movimiento. Abordaron también estrategias de organización y talleres sobre cómo armar un EPK, un archivo con toda la información de la banda o el artista que incluye videoclips, música, fotos y notas de prensa. Hoy, ésta es una práctica normal y un requisito para la participación de una agrupación en cualquier espectáculo.
Para entonces ya habían empezado a nacer otros festivales de música y artistas; bandas y eventos se fueron acoplando a esta dinámica, como el Rock Camba, el Festirock Solidario, el Fénix Fest y el festival “Hagamos al Niño Feliz”, entre otros. “De pronto pudimos estructurar y organizar una agenda de conciertos anuales que permitió a las bandas rotar sin cruce de fechas. Ordenamos así ese calendario que se estaba desarrollando de forma individual y aislada”, explica Vaca-Pereira.
En 2011 se inicia un nuevo ciclo para “El Colectivo”, gracias a una alianza con Cainco (Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz) y su proyecto de Núcleos Empresariales que se desarrolla en el programa Al-Invest (programa de cooperación económica de la Comisión Europea, cuya finalidad es apoyar el fortalecimiento de pequeñas y medianas empresas de América Latina).
De esta manera se deja de abarcar únicamente el trabajo de artistas, para crear el Núcleo de Industria Musical con el que se empieza a considerar las problemáticas de la actividad musical incluyendo a toda la cadena productiva de este sector, es decir gestores culturales, proveedores de sonidos, productores de eventos, músicos, estudios de grabación, salas de ensayo, empresas relacionadas a la difusión musical y a todos los involucrados en la organización técnica y logística.
En ese marco, el intercambio de información y conocimientos se dinamizó más. El 2011 fue un año de trabajo silencioso, pero en el que se logró consolidar la plataforma de este proyecto. Se realizó un taller con la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores de Música (Sobodaycom) sobre temas de derechos de autor y propiedad intelectual y se llevó a cabo una capacitación a cargo de la argentina Natalia Pizzuto, experta en gestión y producción de eventos culturales y artísticos.
“La metodología de núcleos busca identificar las debilidades o problemáticas que tiene un conjunto de empresarios, para ir dándoles soluciones a través de debates y discusiones entre ellos. Así es posible encadenar ideas, iniciativas y actividades que se desarrollan en beneficio de todos”, señala Sergio Angulo, consejero de los Núcleos Empresariales de Cainco.
El proyecto pasó entonces a denominarse El Colectivo: Núcleo de Industria Musical y hoy se encuentra en una etapa en la que el trabajo en conjunto es el pilar. “Yo creo que este núcleo empresarial está demostrando que mediante la unión, la dedicación, el tiempo y muchas discusiones —como cualquier grupo empresarial que va trabajando en pos de sus objetivos—, logrará organizar actividades muy interesantes. Éste es un sector que está creciendo tan rápido y tan fuertemente que tal vez aún nadie se ha dado cuenta, pero el tipo de eventos que genera resulta bastante atractivo, tanto a un nivel de negocio como a un nivel cultural”, expresa el consejero empresarial que desde ya anuncia las intenciones de realizar para este año una feria de la música, con el fin de encadenar todos los sectores de esta industria.
¿Se puede vivir de la música en Bolivia? ¿O se trata solamente de un sueño? Probablemente sea lo segundo, pero desde que El Colectivo se puso en marcha existen iniciativas que dan luces para la acción. Como ejemplos, Al aire y Vox Populi se empeñan por hacer realidad el sueño.
El primero es un programa de televisión que pretende mostrar el trabajo detrás de la música hecha en casa, como cuánto cuesta a las bandas nacionales ejecutar sus temas”, comentan Jorge Ampuero, So Myung Jung y Matías Sassías, artífices del espacio que se emite desde el 4 de marzo por Activa Tv (Santa Cruz).
Ellos han sumado sus estudios en música, sonido y comunicación audiovisual para un proyecto que cada uno, por separado, tenía en mente hace años, pero que se concreta una vez que unen sus ideas mientras trabajaban con “El Colectivo”.
En el programa se presenta el protocolo que siguen las bandas cuando hacen un disco, y la grabación se realiza como si de una presentación al vivo se tratara. El televidente puede conocer así a la banda en su intimidad. “La idea no es hacer un show y grabarlo bonito, sino mostrar la esencia de la banda, cómo se llevan entre ellos durante toda la producción, cómo se comunican”. Para ello utilizan seis cámaras (calidad cinematográfica) y se realiza un trabajo de audio y fotografía específico para cada grupo, según su personalidad.
Con este proyecto, capítulo a capítulo, se está tejiendo un análisis sobre por qué es tan difícil entablar una industria musical en Bolivia. A lo largo de las entrevistas se puede conocer la percepción de los músicos sobre su propia música y la visión que tienen sobre la música boliviana en general: ¿Se puede vivir de la música?, ¿qué piensa el músico boliviano de lo que hace?, ¿a dónde quiere llegar y qué le hace falta para continuar?
Vox Populi Records (www.voxpopuli. com.bo) es una plataforma de difusión musical que incluye un catálogo digital de artistas nacionales al que los usuarios pueden acceder para descargar música hecha en casa a precios acordes a nuestra realidad. Funciona a través de un sistema prepago como alternativa a la tarjeta de crédito, llamado Tarjeta Play.
“El proyecto tomó forma cuando retorné de estudiar Producción Musical en Buenos Aires y me di cuenta de que aquí el eslabón de distribución era de los más importantes, pero de los más débiles de la cadena musical”, dice Manuel Soruco, gestor del proyecto que permite a cada usuario escuchar un tema completo de forma gratuita por cada álbum disponible en el catálogo, para que una vez elegido el disco a comprar, pueda introducir el código de la tarjeta y descargar el material.
El álbum digital incluye el disco completo en formato MP3 de alta calidad, fotos del artista y los artes del disco.
Los artistas que ya forman parte del catálogo de Vox Populi son Andrés Barba, Piraí Vaca, Animal de Ciudad, Billy Castillo Group, Track, Oxígeno, Laura Camacho, La Maga, La Chiva (Sucre), Oil (Cochabamba) y Reverso (La Paz).
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