Generar un espacio de reflexión, estudio, discusión y crítica sobre espectáculos teatrales, en un principio, es el objetivo de la Escuela de Espectadores que hoy nace en Bolivia, justamente en el Día Mundial del Teatro, según Omar Rocha, coordinador de ésta y docente de la Carrera de Literatura de la UMSA. La sesión inaugural será hoy a las 10.30 en el Auditorio del Espacio Simón I. Patiño, cuando se hará una crítica sobre la obra Hamlet, del Teatro de los Andes, y en la que participarán Pablo Mascareño, responsable de coordinación de la Escuela de Espectadores de Mar del Plata, Argentina; Paolo Nalli, director general de Teatro de Los Andes, y Diego Aramburo, director de la obra, informa el Espacio Patiño. Al finalizar, a las 12.00, se realizará un brindis de honor. Por otro lado, el coordinador también informa que el 9 de abril se llevará a cabo una sesión en la que se tocará la significación de Hamlet en general para el teatro, la cual se desarrollará también en el Espacio Patiño a las 19.00.
un espacio para el público. Según Rocha, la idea de la escuela es, luego de ver las obras, dialogar con los directores y actores de ellas. Después se dará paso a algún especialista en teatro para conformar una sesión crítica.
La escuela está dirigida al público en general, que no está directamente relacionado con las artes escénicas pero que tiene interés en ir más allá de los mismos espectáculos. Durante el año se realizarán por lo menos tres actividades similares con otras obras de autores bolivianos: Eduardo Calla y Percy Jiménez, entre otros. Esta actividad dependerá, más que nada, de las obras en cartelera en La Paz, que se espera, este año, sean varias. La Escuela de Espectadores en La Paz sigue los pasos de la que fue fundada en Buenos Aires, Argentina, por el crítico teatral Jorge Dubatti.
Expectativas futuras. Respecto de lo que se espera de este emprendimiento, Rocha afirma que lo más importante este año es iniciar la escuela y darla a conocer entre el público. En un futuro, el camino puede diversificarse hacia una actividad más continua y hacia otras artes. “Hay ideas de que no solamente se quede en el teatro, sino que se extienda hacia el cine, analizar y discutir algunas películas en cartelera con los espectadores. Esperamos poder hacerlo”, sostiene Rocha. Acerca de los requisitos de participación, indica que la principal exigencia es tener las ganas y la motivación para hacerlo, no hay límites de edad y solamente se cobrará el monto que cubrirá la entrada al espectáculo.
10.30 Es la hora de inicio de la primera sesión de la Escuela de Espectadores en el Espacio Patiño.
5 Es el número de países que cuentan con una escuela de espectadores: México, Argentina, Colombia, Chile y ahora Bolivia.
La escuela de espectadores se inicia en buenos aires, argentina. El Espacio Patiño informa que la escuela de espectadores es un proyecto que comenzó en Buenos Aires en 2001, creado por Jorge Dubatti, docente y crítico teatral de amplia trayectoria en ese país. Debido a los resultados obtenidos, la escuela se “reprodujo” en otras ciudades de América como Santiago de Chile y México D.F., por ejemplo. Desde la llegada de Jorge Dubatti al Fitaz 2010, se pensó repetir la experiencia en La Paz y recién ahora, dos años después, el proyecto se materializa.
Tres fuerzas unidas por un fin común. Son tres instituciones las que dieron lugar a que esta iniciativa se plasme en Bolivia: el Fitaz, a través de su directora, Maritza Wilde; el Espacio Patiño, mediante el apoyo de su directora, Michella Pentimalli, y la Carrera de Literatura de la UMSA, a través de Omar Rocha.
Aparapita, dirigida por Claudia Andrade y llevada a escena por la Compañía de David Mondacca, inauguró el Fitaz 2012 el viernes pasado. En la tradición de No le digas y Los cuartos, Aparapita lleva al espectador de viaje por el mundo de Jaime Saenz, en el que la libertad es encarnada por hombres harapientos que viven y mueren bajo sus propios términos. La estética del inframundo, bellísima a su manera, y las excelentes actuaciones, entre las que hay que destacar a María Elena Alcoreza y Rodrigo Ayo, hacen de la obra una experiencia intensa y por momentos conmovedora.
La primera obra internacional en presentarse en el Fitaz fue No Pirex, del grupo brasileño Armatrux. En absoluto silencio, tres actores y dos actrices nos sumergieron también en una especie de inframundo en blanco y negro, esta vez habitado por seres tiernos y grotescos que hilaban relaciones entre sí, pasando reiteradamente del horror a la risa y de la pausa al desenfreno. Puede decirse que la obra trata de la decadencia, o de las relaciones entre amos y sirvientes, pero la verdad es que la temática pasa a segundo plano frente a lo magistral de la concepción estética y del excelente trabajo actoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario