“Yo soy director y fundador de Kikinteatro, en Cochabamba, y fui invitado por Teatro los Andes para dirigir esta obra Hamlet de los Andes”, reitera Aramburo, quien ha obtenido ocho veces el Premio Nacional de Teatro en Bolivia, entre otros logros en su carrera personal.
Así también, precedida de éxitos, el elenco y el director invitado estrenarán hoy y mañana a nivel nacional Hamlet en los Andes, en el Teatro Municipal, a las 20:00.
Una obra-espejo
“Se trata de una obra que en cierta forma refleja al país, lo que está pasando en Teatro los Andes y también en mi vida. Es un ver las raíces de donde venimos, el legado paternal (...) y obviamente nos cuestionamos adónde vamos”, explica el director invitado.
“Personalmente, sabía desde mis cuatro años que mi padre iba a fallecer, lo que ocurrió 13 años después. Es cuando te preguntas de dónde vienes y cuál ha sido esa relación con tu progenitor. Lo mismo ocurre en el país, estamos en tiempos de cambio donde las raíces están siendo revalorizadas, a diferencia de antes y nos encontramos buscando el camino hacia el futuro. Teatro los Andes, que ha decidido crear sus obras de forma colectiva, también vislumbra lo que viene, pues ha cortado con su director fundador César Brie”, explica Aramburo.
Buscando las raíces
Basada en el Hamlet de William Shakespeare, esta pieza se inspira preguntándose: “¿quién es Hamlet?, ¿es apenas un personaje bajo el umbral de una puerta, siempre a punto de atravesarla, pero que jamás consigue decidirse a hacerlo?”.
En Bolivia existen muchos casos de gente que ha perdido la posibilidad de una comprensión del “sí mismo”, a partir de la pérdida de las raíces, según la reseña de la obra y recuerda que el Teatro de los Andes ha montado 21 piezas diferentes, sumando casi 1.500 representaciones en total.
Exitosa en Chile
Esta obra fue estrenada a inicios de este año a nivel internacional en uno de los festivales de teatro más importantes de Chile y cosechó la siguiente crítica publicada en el diario La Nación:
“Es el montaje más valioso, innovador y trascendente entre casi una veintena de títulos vistos durante enero, dentro y fuera del Festival Santiago a Mil. Y cautivó, parece de Perogrullo, por su teatralidad.
Por la manera ingeniosa de resolver dificultades escénicas y por levantar un puente sólido entre la cultura occidental (exclusiva y excluyentemente racional, reflexiva, intelectual, dialogante) y la cultura indígena andina (más intuitiva e instintiva, sensual y sensorial; sin embargo, también íntima, reflexiva y dialogadora).
Y, en especial, porque construye una ecuación escénica en que un hombre, junto con vivir la anécdota de su vida, es capaz de introducirse en los niveles más profundos del alma del ser humano y pasearse, al mismo tiempo, por los andenes de la tragedia, el humor, la comedia, el absurdo y las tradiciones originarias indígenas. En una versión en que Shakespeare aparece en todo su esplendor como gran dramaturgo”.
Aramburo, al hacer una evaluación de la actual situación del teatro boliviano, afirma que si bien existen teatristas muy reconocidos dentro y fuera de las fronteras, aún falta la consolidación de la identidad del teatro local.
“El Estado siempre se ha olvidado del teatro, hablo de este Gobierno y los anteriores, y no hay una infraestructura para una actividad teatral sostenida”, señala el director.
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fechastiene la obra Hamlet en los Andes para ser apreciada en el FITAZ.
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