El curador de la muestra, Joaquín Sánchez, explicó que Cajías intentó mostrar el arte oculto en estos elementos tan cotidianos, así como tradicionales y rústicos.
Sánchez catalogó a la muestra como el minimalismo puro, pues está conformada por varios de estos objetos, organizados en atrayentes instalaciones, que junto a elementos como el video, iluminación y el sonido de las escobas de paja al barrer y del batán al moler ají, conforman un ambiente cálidamente íntimo, como el de las casas maternas de antaño.
En esta muestra, Cajías nos relata esa intimidad que tiene que ver con formas, sonidos e imágenes que constituyen el trasfondo diario de una cotidianeidad a menudo imperceptible e invisible, y que, sin embargo, está ahí, constante, siempre presente: escobas que rompen el silencio de los amaneceres, piedras que cantan y oran en completo silencio, o atados que guardan vaya uno a saber qué misterios.
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