La muestra consta de 60 cuadros elaborados desde 1974 hasta hoy, que, según describe la artista, son las piezas que pudo conseguir prestadas de colecciones particulares. Aunque, además de ellas, calcula que existen otras 100 pinturas suyas en Santa Cruz, en poder de diversos dueños.
Según el Centro Cultural Santa Cruz se trata de una exposición que destaca “el talento y la estética de la artista vallegrandina, una de las más importantes representantes de la pintura cruceña y boliviana con su propuesta estética denominada realismo popular”.
¿Por qué la exhibición actual está en el rango de lo especial? Porque desde 1974 que Villazón no expone una muestra individual en Santa Cruz y la última la realizó en 1978, en la galería Emusa de La Paz.
Esporádicamente se vio de ella creaciones en exposiciones colectivas, de ahí que la reunión de su obra en Viaje en el tiempo va a ser una oportunidad de valorarla como cultora natural del estilo naif, auténtico y espontáneo en Carmen.
Y aunque su vigencia en las galerías no fue ni al menos periódica -lo atribuye al elevado costo de montar una exposición-, Carmen Villazón mantuvo una producción constante durante los últimos 40 años. “No puedo dejar de trabajar, es el duende que tengo dentro el que sale”, confiesa, en cada pincelada intensa, minuciosa y con sabor de provincia que pone en sus lienzos.
El cuadro más antiguo que se verá es Albahacas para el Señor, procesión de Viernes Santo, que la deslumbró y reprodujo en 1974. El más nuevo retrata la leyenda urbana del pata ‘e cabra en el Plan 3000, de 2011.
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