La ritualidad y las tradiciones urbanas con estética contemporánea fueron premiadas en el concurso de la séptima versión de la Bienal Internacional de Arte SIART Bolivia 2011. Dos de los tres premios únicos recayeron en dos bolivianos y el restante fue para un colectivo colombo-chileno.
El performance ¡Aquí!, de Galo Coca; el video-instalación Llaukarando al tío para que se vendan los bisnes, de Iván Cáceres, y la instalación mixta Módulos perpetuos, del colectivo conformado por Guillermo Chandia, Jaime Coronil y Pablo Forero, recibieron el premio único consistente en 25.000 bolivianos. La lectura de los nombres se efectuó en la inauguración del SIART.
La mexicana Sandra del Pilar, uno de los jurados internacionales de la bienal, argumentó que, en el marco de “diálogos en la complejidad”, le llamó la atención cómo los ganadores establecieron un puente entre la visión enfocada en lo propio y característico de lo latinoamericano y el tiempo contemporáneo. “Con sus obras lograron hacer una conexión entre lo latinoamericano y lo actual”.
Los artistas. Galo Coca, ganador del premio otorgado por el gobierno municipal de La Paz, comenta que su obra se gestó desde hace cuatro años; la idea evolucionó, se modificó y se profundizó en el concepto. “¡Aquí! es un momento álgido de la tradición, de lo actual, de cómo las fiestas tradicionales pueden sobrevivir y surgir con nuevos lenguajes”.
A decir de Coca, de profesión arquitecto, el premio se debió quizás a la “conversación” que provocó lo ritual, lo tradicional y lo contemporáneo.
Cáceres, autor de Llaukarando al tío para que se vendan los bisnes, explica que su obra es de libre interpretación, pues existen elementos “minuciosos” que dan una lectura variada de la tradición.
El video, que dura 10 minutos, tiene como personaje a un alma que, intepretado por el artista, deambula desde el río Choqueyapu, pasando por Pura Pura, hasta llegar a la Curva del Diablo, para hacer un pedido, describe el artista premiado por la CAF.
Cementerio de iquique. El representante de la propuesta de Módulos perpetuos, Pablo Forero, relata que la obra refleja las diferentes miradas que se pueden dar de un espacio como el cementerio a través de la fotografía clásica y la fotografía digital, en este caso, el de Iquique, Chile. El lugar sirvió para una lectura de tiempo y espacio, desde diferentes miradas.
Forero, de oficio escultor, confiesa que llegó a la bienal “por puro gusto”, pero agradece el reconocimiento. “Es difícil hacer arte contemporáneo y para nosotros, los latinoamericanos, muchísimo más”. El artista destaca que fue una “rica e interesante” experiencia porque se juntaron tres puntos de vista sobre conceptos diferentes y, aunque aún no sabe a qué destinará el efectivo otorgado por la fundación HIVOS, destaca que es un buen reconocimiento.
Las obras bolivianas se inauguran a las 12.00 de este sábado, en el Museo Tambo Quirquincho (plaza Alonso de Mendoza); en cambio, la muestra del colectivo colombo-chileno tendrá lugar hoy, a las 17.30, en la Academia de Bellas Artes (Rosendo Gutiérrez 323, Sopocachi).
25 mil bolivianos. Es el monto en efectivo de los premios únicos, otorgado por los auspiciadores.
Premio al arte joven tendrá una estadía en españa. El premio de Arte Joven recayó en el artista boliviano Santiago Contreras, quien, como premio, tendrá una residencia cultural por un mes y medio en Barcelona, España, el próximo año. Contreras, en la noche de la premiación, agradeció a los siete albañiles que le ayudaron a hacer su obra. “Son las personas a las que les debo todo, que fueron en realidad el cuerpo con el que estuve trabajando en este último tiempo”. También hubo cuatro menciones de honor: Dora Araya (Costa Rica), Miguel Mesa (México), Marco Gorgoroso (Uruguay) y Julio González (Bolivia).
Jurados. El jurado internacional estuvo integrado por Agnaldo Farías (Brasil), Florencia Battiti (Argentina), Laymert García (Brasil), Sandra del Pilar (México) y Carlos Villagómez (Bolivia). El quinteto definió a los ganadores de esta séptima versión.
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