De los cinco conciertos que son la columna vertebral para éste instrumento, compuestos por los inmortales Tchaikovsky, Brahms, Beethoven, Mendelssohn y Sibelius (Finlandia, 1865-1957), la obra de éste último, el Concierto para Violín y Orquesta en Re menor opus 47, virtuosismo absoluto en ritmo de danza, es probablemente una de las más hermosas y complejas por su riqueza rítmica basada en el folclor finlandés y su colorido timbre de pasajes enigmáticos llenos de contrastes.
La obra que es una música introspectiva y profunda tiene evocación romántica.
“El primer movimiento me recuerda a Finlandia en invierno, obscuro, nublado, frío pero bellísimo. Tiene dos cadencias en las que la orquesta queda en silencio y el violinista muestra su virtuosismo. La primera vez es tímida y breve, la segunda es muy apasionada”, explica Reina.
La orquestación compleja y activa, le imprime la atmósfera a la obra. El diálogo con el solista es constante, marcado por estados de ánimo diversos e intensos que siempre sobrecogen al público.
“En el segundo movimiento comienza una melodía infinita que se toca en una sola cuerda, en Sol. Todo el tema es muy apacible pero profundo, como si un viejo estuviera contando las experiencias más fuertes de su vida, ya sin dolor. La orquesta después irrumpe con mucho drama y después de fuegos artificiales, termina de manera apacible”, dice el solista.
Sibelius, un destacado violinista que conocía las posibilidades del instrumento, si bien no compuso con el objetivo de obstaculizar la ejecución, terminó con una obra de una dificultad técnica célebre en el tercer movimiento, que es el pánico de todo concertista.
“Toda la acrobacia y la pirotecnia que se puede hacer en un violín, la pone Sibelius en este movimiento. Es de una dificultad horrorosa pero no dificultad por dificultad. La orquesta lleva un ritmo permanente como una pulsación y el violín se luce en esta parte. Casi no se nota al principio pero estamos al frente de una danza,”, dice el solista.
“Rubén Reina ha tenido tal preparación que puede tocar cualquier concierto. En él destaca su temperamento, entrega y carisma que alimentan su música haciéndola muy cálida y especial. Es un gozo escucharlo y dirigirlo”, enfatiza el maestro Guzmán y revela que el concierto ha estado previsto desde 2007.
“El compromiso con el violinista que debutó en 2004 en nuestro país, era mostrar su talento y ayudar a nuestra orquesta. Una vez más, Rubén nos apoya con un concierto de magnitud y enriqueciendo la técnica y la interpretación de nuestros músicos”.
Reina por su parte, entusiasmado, augura un concierto que levante al público. “La cultura universal que de momento ha estado ajena a nuestros países, alimenta el espíritu. Sibelius ya ha hecho lo suyo y lo va a hacer de nuevo si la Filarmónica, su director y yo logramos tocar al público. Mi propósito es siempre el mismo, llegar al corazón”.
Sibelius necesitó una revisión de la obra para conquistar la fortuna que le fue esquiva el día del estreno en 1905. Un par de años después, el autor ofreció una segunda versión suprimiendo numerosos pasajes que mejoraron el acabado. Éste último trabajo es el que se interpreta usualmente en el mundo y que ejecutará por primera vez la Filarmónica de Cochabamba para su público.
Filarmónica de Cochabamba en concierto
La cita es éste miércoles 24 y jueves 25 de agosto, en el Centro de eventos El Portal a las 19:30 para regocijarnos con dos obras majestuosas: la reposición de la Sinfonía Nº 7 en La mayor Opus 92 de Ludwig van Beethoven y el Concierto para Violín y Orquesta en Re menor opus 47 de Jean Sibelius. Las entradas se venden en El Portal.
Concertista internacional
Elogiado como una de las más destacadas personalidades del violín Latinoamericano, Rubén Darío Reina, es un virtuoso instrumentista que desde los once años ha construido una carrera en ascenso.
Fue aplaudido en Cochabamba en cuatro oportunidades anteriores con el grito de “Paganini II”, por su parecida ejecución del instrumento con una de las figuras más emblemáticas de la música clásica.
Es integrante de la Orquesta de Radio Televisión Española y desarrolla su faceta de solista internacional con notable éxito recorriendo distintos y prestigiosos escenarios internacionales.
En 2010 ha ofrecido en el Palacio Real de Madrid, el estreno del concierto para violín y orquesta del compositor argentino Esteban Benzecry, acompañado por la Sinfónica de Radiotelevisión Española.
El 3 y 4 de septiembre próximos, interpreta en la Schubertiade d’Espace 2 Radiotelevisión suiza, obras de Paganini, Ysaye y Piazzolla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario