El Museo Nacional de Arte dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, continuando con la presentación de sus exposiciones temporales, inaugurará hoy, a las 19.00 horas, la muestra “Supay – Los caminos del Tío”.
Para esta singular exposición se ha dispuesto las Salas Temporales del centro cultural, como es el caso del Patio de Cristal, para presentar no sólo la lectura simbólica, mítica y viva del Supay, sino también su escenificación.
Esta exposición temática cuenta con el apoyo incondicional de historiadores, investigadores, coleccionistas privados, artistas plásticos, autoridades nacionales, centros mineros, cooperativistas, ingenieros de minas, mineros y palliris, quienes compartieron sus creencias, vivencias, arte y patrimonio bajo la premisa de desentrañar desde su origen el contenido histórico y mítico del Tío.
OBRAS EN EXPOSICIÓN
Parte de la innovación y de los cambios que se han ido dando en el Museo Nacional de Arte, en los últimos años, es presentar diversas muestras que después de un largo proceso de investigación, dan como resultado exposiciones en las que los bolivianos se ven quizás hasta identificados, por que se rescatan mitos, costumbres y tradiciones, tal el caso de la muestra dedicada al Tata Santiago o al Señor Jesús, del Gran Poder.
“Supay – Los caminos del Tío”, al igual que las anteriores, cuenta también con la participación de nuestros artistas, quienes a su manera, han interpretado al Supay – El Tío de la Mina.
Así por ejemplo, por citar algunas, debemos mencionar la obra La Salvadora de Guiomar Mesa, que presenta al Tío como una monstruosa imagen central, contraponiendo el bien y el mal, es decir entre la salvación y la muerte de los mineros en interior mina; además de incluir a modo de fotografía, a Simón I. Patiño como un recordatorio de los ricos e influyentes industriales mineros de principios del Siglo XX y la presencia trina de mineros, o la actitud horrorizada del Tío de Alberto Medina que se contrapone, en expresión, a la actitud festiva del Mi Tío el preste obra de Reinaldo Chávez, que, no solamente está representado con un rostro diabólico sino también con la imagen icónica de un lagarto y el detalle de una escarapela boliviana en su atuendo.
Para los artistas Javier Fernández y Mariana Mendieta – a diferencia de los anteriores– el Tío es El solitario o el Tío adolescente, que en las profundidades de la tierra conviven su labor benefactora con los peligros y acechos del entorno minero, pero también su actitud inocente y su existencia casi desamparada.
La labor escultórica en la hechura del Tío para Gonzalo Cardozo supone la demostración de una iconografía sin complejidades y poco perturbadora, mientras que para Guido Köeller, es una representación iconográfica con una gran fuerza corporal, fruto de su interpretación de la productividad y fertilidad de su arte.
Maestros como Walter Solón Romero, Miguel Alandia Pantoja, Armando Sánchez, Ángel Oblitas y Silvia Peñaloza también se han inspirado en la realidad minera para lograr interpretaciones plásticas de mineros en su trabajo sostenido y de mucho esfuerzo, demostrando rostros cargados de cansancio y sudor en sus momentos de akullico, antes de continuar con sus largas horas de búsqueda de mineral que se concibe en las entrañas de la Madre Tierra.
Los momentos, técnicas y temas son variados y al mismo tiempo son expresión viva material de su lectura interior de nuestra realidad minera boliviana.
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