Akira Yoshizawa. Quizás el nombre le diga poco, pero este Sensei (maestro, en japonés) realizó más de 50.000 trabajos durante sus 94 años de vida. Por eso, como una manera de hacerle un homenaje, la Sociedad Boliviana de Origami (SBO) presenta una exposición in memoriam en las tres salas de exhibición de la Casa de la Cultura Franz Tamayo.
La muestra, que se prolongará hasta el viernes 8 de abril, incluye talleres, sesiones de demostración y aprendizaje de este arte, todos abiertos al público, en los horarios de 09.00 a 12.30 y de 15.00 a 19.30. Asimismo, moda en papel y otras demostraciones de la cultura japonesa estarán al alcance de los visitantes.
Las salas Antonio Gonzales y Arturo Borda presentan maquetas relacionadas con la arquitectura nipona y 16 columnas con diagramas explicativos para que los asistentes realicen los distintos modelos paso a paso.
El auditorio Humberto Viscarra, en el quinto piso, concentrará los talleres y las sesiones gratuitas de aprendizaje para todo público. El día de la clausura se proyectará dos documentales.
UNA VIDA DEDICADA. Yoshizawa desarrolló nuevas formas de doblar el papel, devolviéndole al origami su carácter de arte creativo. Puso énfasis en la sensibilidad de la forma y exactitud en el plano por trabajar.
Nació el 14 de marzo de 1911 en Tochigi y a sus 13 años fue a vivir a Tokio, allí trabajó como aprendiz en una fundición. Ya en 1950, sus trabajos con el papel recorrían su país: 12 figuras representando a los animales del zodiaco oriental.
En 1954 publicó su primer libro: Origami Geijutsu (reeditado como Origami Art) y fundó la Sociedad Internacional de Origami (The International Origami Society). Un año más tarde hizo su primera exposición internacional en Amsterdam, Holanda.
Franchesco Díaz Mariscal
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