“Desde aquí se podía, en el pasado, observar directamente el Illimani. En este tipo de lugares se entregaban ofrendas. Ésa es una de las teorías que se maneja”, indicó Arandia.
El museo está ubicado sobre la calle Comercio, esquina Socabaya. Desde hace un mes, la institución realiza los primeros trabajos de ampliación planificada a lo largo de la Comercio, hasta llegar a la calle Yanacocha. Esta etapa comprendió la excavación de las construcciones aledañas por parte de arqueólogos capacitados, según las normas imperantes para trabajos en inmuebles patrimoniales.
Las piezas encontradas son fragmentos de cerámica española del siglo XVIII, del período incaico y otras que posiblemente correspondan a Tiwanaku. También se hallaron pinturas murales, una de ellas se cree es del emperador Carlos V de España. Además, se descubrieron restos de animales, principalmente perros y llamas. Esto lleva a pensar que en el sitio se habilitaron algunos centros comerciales como un mercado de pescados, entre otros.
“Como parte de los trabajos de ampliación debemos hacer una investigación histórica de los edificios que ocupamos”, explicó Arandia. Los inmuebles a los que hizo referencia son la Casa de Tadeo Diez de Medina (Comercio, esquina Socabaya), la Villa de París (Comercio y Yanacocha), recientemente adquirida por la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, de la que depende el museo.
Asimismo, en esta gestión se espera adquirir los predios de la Unidad Educativa Siles Salinas, ubicada al lado del repositorio. Según las previsiones de la institución, los trabajos tomarán alrededor de dos años.
Al finalizar, el espacio cultural contará con siete nuevas salas, destinadas a muestras permanentes y temporales. Una de ellas, de hecho la primera en completarse, se denominará Los orígenes del arte boliviano.
“En este salón tendremos la expresión indígena precolombina, pero dejando de lado el dato arqueológico. Vamos a mostrar el arte de nuestros pueblos como una propuesta estética. Esto es algo que se ignoró durante años, ya que se consideraba arte a todo lo que se produjo después de la llegada de los españoles, considerando la obra indígena como simple artesanía o valorada sólo como dato antropológico”, manifestó Arandia.
También se ampliará la actual sala de arte contemporáneo. El espacio modificado tendrá cinco metros de alto y contará con conexiones eléctricas para los diferentes tipos de exposición. Además, cuando el trabajo esté concluido, las piezas donadas por el Citibank serán expuestas en su totalidad en los nuevos salones.
Los trabajos son financiados por el Gobierno de España, el cual desembolsó 180.000 euros ($us 1,3 millones), y por la Fundación del Banco Central de Bolivia.
El espacio tiene larga historia
Colonial
El edificio que acoge al Museo Nacional del Arte se comenzó a construir a finales del siglo XVII y se terminó en el XVIII. Perteneció a un letrado vecino de la ciudad de La Paz, Don Francisco Tadeo Díez de Medina y Vidango, nacido en La Paz el año 1725.
Curioso
A mediados del siglo XIX, posiblemente la casa fue ocupada por una familia de apellido Arana, de ahí que se la conoció tradicionalmente como la "Casa de los Condes de Arana". En su interior funcionó un hotel.
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