María Antonieta Ríos Angulo ganó el VI Concurso Municipal de Arte Popular “Forjando Identidades”, con la obra “El chaqui un día después del Anata”. El trabajo de la artista se impuso a otros 52, logrando así el premio de bs 5.000 y el respectivo diploma de honor.
La calificación final tomó en cuenta el diseño, innovación, identidad y calidad del acabado. El jurado estuvo conformado por Ana Verónica Velasco Martínez, Donato Fernández Moreno y Mónica del Rosario Sejas Monje, todos reconocidos artistas del arte popular.
Los premios por categoría se distribuyó de la siguiente manera: Cerámica, Ronald Patzy Mamani, con la obra “La fuerza de los símbolos”, con bs 4.000;Guillermo Edwin Rodríguez Cartagena, con la obra “Wajtha”, ganó el monto de bs 3.000.
En Madera, Alexander William López Callizaya con su obra “Dejé mi esencia”, se situó el primer lugar y recibirá bs 4.000. María Susana Castillo López, autora de “Seamos ejemplo” ocupó la segunda posición y ganó Bs 3.000.
En la categoría Reciclado, el primer lugar fue para Limbert Endara García, con la obra “Diosa del lago”, adjudicándose la suma de bs 4.000, el segundo puesto fue para Héctor Machaca Larico, con la obra “Waca Thuquri en las calles de La Paz” y haciéndose acreedor a bs 3.000.
Finalmente, en la categoría Escultura en piedra, Jorge Javier Altamirano Apaza, que presentó la obra “Waca Tinti”, obtuvo el premio de bs 4,000, completando la lista de ganadores que serán premiados en una gala cultural especial a realizarse en enero de 2017.
SOBRE LA GANADORA Y SU OBRA
María Antonieta Ríos nació en la ciudad de La Paz, un 12 de junio de 1972, hija de Claudio Ríos Montecinos, ebanista creador de varias obras con fino acabado y Delfina Angulo de Ríos, dedicada a la comercialización de artículos en miniatura. Bachiller del Colegio Técnico Uruguay, licenciada en Auditoria y Derecho de la UMSA. Participa en la feria de la Alasita actualmente, en algunas exposiciones del Museo Tambo Quirquincho y ferias dominicales, donde promociona productos en tejido, reciclado, arte decorativo, cerámica fría, madera y cuero.
En cuanto a la obra “El Chaqui un día después del Anata”, en el entendido de representar el comportamiento de nuestro ciudadano común y las expresiones muy utilizadas, buscó como reflejar una festividad muy amplia y que a su finalización se enfrenta a un día de trabajo con síntomas y malestares que se camuflan en la utilización de elementos particulares.
A su vez, se plasma la alegría y picardía de una pepino de antaño, que en el anonimato que le da una máscara y su particular forma de hablar, al portar una matasuegras y todos los elementos como la serpentina, mixtura y su particular risa, nos hace partícipes de su alegría y buen humor.
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