Doña María Antonieta llega a la entrevista a las diez de la mañana. Es puntual como ella sola —puntual y persistente—, si no fuera así, si no tuviera esa tenacidad capaz de sacar a muchos de sus casillas, no hubiera logrado lo que ha logrado en 50 años de meticuloso trabajo.
La recopilación de gran parte del patrimonio musical boliviano, sobretodo de los grandes compositores como Simeón Roncal, Miguel Ángel Valda, Teófilo Vargas, José Lavadenz, Eduardo Caba, Adrián Patiño y el peruano Pedro Ximenes Abril y Tirado, entre otros, se la debemos a ella.
Ahora, la pequeña pero inmensa pianista e investigadora, anda en otro proyecto, en el cual trabaja hasta la obsesión para que salga lo más de acuerdo a sus parámetros de excelencia, que —de más está decirlo— son muy altos.
“Este 23 de mayo tengo que presentarme con Willy Claure en el auditorio del Banco Nacional, me ha pedido que lleve su obra al piano, así que en eso estoy”.
Willy Claure buscó a la compositora para que pueda hacer un trabajo de traducción de sus cuecas a las partituras. Pronto escucharemos la popular obra del guitarrista cochabambino interpretada al piano para la posteridad.
Es difícil explicar en tan poco espacio lo mucho que ha hecho García Mesa de Pacheco por la cultura de Bolivia. Ella junto a su marido y compañero de trabajo en todo este arduo camino, Carlos Pacheco, nos reciben en su casa, ubicada frente al parque Bolívar que ha cambiado mucho desde su ya lejana infancia.
“Yo nací en esta casa, era el campo de Sucre, mi niñez fue una niñez de campo. Nosotros corríamos por aquí. Venía un profesor en la mañana y nos daba clases a mi y a mis otros primos. Solo yo me apasioné por el instrumento. Provengo de aquí, mi abuela era chola y mi abuelo era suizo.” Nos dice con esos su ojos vivos y bailarines, celestes, casi de agua.
Luego de darnos una vuelta a sus fotos y a sus tesoros de la memoria, se sienta al piano y toca “Frágil”, una canción de Claure, nos dice que es complicado pero que le gusta mucho el reto, luego, para darnos un contrapunto, se da la vuelta y toca una de Simeón Roncal como si se tratara de un viejo amor, al que siempre regresa.
A continuación, a horas de su concierto en el BNB de Sucre, les ofrecemos el diálogo que Puño y Letra tuvo con María Antonieta, la pianista, la profesora, la investigadora, la chuquisaqueña.
PyL.- Es toda una vida de trabajo, su pasión por el piano comenzó de muy niña.
M.A.GM.- Me apasionó el sonido del piano, un instrumento tan lindo y tan completo. Estoy segura que mi vocación siempre fue la música, mi preparación comenzó a mis cuatro años y siempre mi dedicación al instrumento fue permanente. Mis Profesores en Sucre fueron Don Juan Manuel Torrez y Don Emilio Hochmann.
La intérprete también estudio en San Paolo, Brasil, en el Instituto Dramático y Musical con la profesora Irene Mauricia de Sha; en Santiago de Chile con la concertista Margarita Herrera Rivanera del Conservatorio Santa Elvira; y en Norte América en el Conservatorio Peabody de la ciudad de Baltimore.
PyL.- Cómo llega a darse cuenta de la necesidad de estudiar a los compositores de la música clásica de Bolivia. Cuál es el momento que comienza este camino determinante en su vida.
M.A.GM.- En la época que me tocó vivir de niña llegaban a Sucre concertistas de primer nivel, era una época a la que se le dedicaba mucho tiempo a la educación. Vi la necesidad de que la música de nuestros compositores fuera tratada con el mismo respeto y escuchada en las salas de concierto con pianistas profesionales. Durante mi estudio en la Escuela Normal de Maestros, me llamó mucho la atención que se enseñaba la música clásica europea sin dar ninguna importancia a nuestra música. Para mí fue una llamada de atención para iniciar mi investigación con la música de Compositores Bolivianos.
PyL.- Cuales son las sorpresas más lindas que le ha traído el camino de la investigación. Cuales se diría que son sus perlas, sus joyas o lo más importante descubierto.
M.A.GM.- El lanzarme a la aventura en un camino casi desconocido, buscar las partituras estudiarlas con frenesí y lograr grabar esta hermosa música. El emplear mi tiempo en este trabajo de investigación para que esta música no se pierda y ser cada vez mejor pianista para estudiar estas complicadas partituras.
Al estudiar nuestra música en las clases de apreciación me llamaba la atención que el profesor Hochman, nos mostraba las partituras explicando que no contábamos en ese momento con las interpretaciones fidedignas, toda la exposición estaba alterada en la interpretación. No existía ninguna interpretación en piano a pesar de ser partituras escritas para piano.
PyL.- Ahora está transcribiendo la música de Willy Claure para piano, que se presentará como un homenaje al 25 de Mayo en partituras para piano. Cómo está evolucionando la cueca. Por dar un parámetro, de Roncal a Claure ¿cuáles son las diferencias?
M.A.GM- En la época republicana, las cuecas de Simeón Roncal en el primer impacto a la sociedad de ese tiempo, fue adversa porque la fuente de su inspiración era nuestro folklore, había prejuicios por la influencia europea decisiva que no permitía innovaciones en el campo musical. Con el tiempo logró esta bella música abrir un camino lleno de admiración por tan hermoso trabajo.
Pasa el tiempo, estamos en la época actual, y llegan las cuecas de Willy Claure diseñando un camino diferente lleno de fuerza hacia un futuro. De esa manera en el camino que me he trazado hago la transcripción de esta hermosa música en partituras para piano. Son dos épocas tan distantes pero llenas de encanto. Es importante destacar para las futuras generaciones el conocimiento de estas obras para evitar plagios y confusiones tan comunes en nuestro país y en los países vecinos.
PyL.- Qué le gustaría que quedara de todo su esfuerzo. Además del importante aporte que deja. De la sistematización de la obra de gente como Roncal, Lavadenz y otros. Cómo le gustaría que la recuerden las próximas generaciones.
M.A.GM.- Al preparar este trabajo como pianista y docente boliviano, mi deseo es ver una juventud culta, un profesional educado en el campo del arte además de su respectiva profesión para que sean dignos representantes de hombres y mujeres del futuro.
Estando este trabajo, dirigido a nuestros estudiantes, es necesario que el mismo ingrese a todos los colegios del país para que conozcan la valiosa herencia que nos han dejado estos compositores, que en el pasado fueron discriminados, mi deseo en este momento es que tengan el lugar que se merecen.
ESTUDIOS DE LA MÚSICA BOLIVIA
García Meza de Pacheco recopila en “Estudios de la Música Boliviana” partituras originales de maestros compositores chuquisaqueños, cochabambinos, potosinos y paceños, entre ellos Simeón Roncal, Miguel Ángel Valda, Teófilo Vargas, José Lavadenz, Eduardo Caba, Adrián Patiño y el peruano Pedro Ximenes Abril y Tirado, antiguo maestro de Capilla de la Catedral de La Plata.
El primer tomo del libro se publicó en 2009 y el segundo completa la titánica labor encarada por la maestra. Ambas publicaciones fueron autogestionadas por la propia García Meza y Carlos Pacheco, su esposo y editor. Los dos tomos, que incluyen 14 discos compactos, son un valioso legado para Bolivia.
La profesora María Antonieta García Meza, es pianista e investigadora, comenzó su formación en el piano a la edad de cuatro años bajo la tutela del profesor Juan Manuel Thorrez Rojas. Ganadora del primer concurso nacional de piano el año 1950 en la ciudad de Oruro. Se tituló como profesora de música en la Escuela Normal de Maestros de la ciudad de Sucre.