A ese pequeño, convertido en mártir para buena parte de la sociedad europea y árabe, se le han dedicado emotivas composiciones en que suele aparecer como un ángel o en que se recuerda que lo que debería haber estado haciendo en una playa como esa era jugar con la arena, y no jugarse la vida. Varios pintores han querido hacer también su homenaje al pequeño.
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