Entre el 23 y 27 de marzo, seis elencos se presentarán en el Teatro de la Cultura para celebrar el Día Mundial del Teatro y promover entre los grupos existentes y el público en general la práctica de este arte.
El homenaje este año fue dedicado al director polaco Krzysztof Warlikowski.
El evento está promovido por la Dirección de Gestión Cultural, dependiente de la Secretaría de Protección al Patrimonio Cultural y Natural de la Gobernación y en coordinación con la Asociación Boliviana de Actores – Filial Tarija.
Según el responsable gubernativo, Gustavo Ruiz, la actividad se realiza hace dos años, desde que observaron un movimiento teatral realizado por estudiantes de colegio y universitarios y que los motivó a promoverlo mediante la ejecución de un encuentro de este tipo.
En 2015 se convocó a seis grupos locales, de los cuales se presentaron tres, y se invitó a uno de de Sucre y otro de Cochabamba. Junto al Consejo Departamental de Culturas se trabajó la parte escénica, se organizó la cosa y finalmente se hará realidad en las fechas mencionadas.
El lunes 23, el programa contempla la presentación de la obra “Y vivieron felices para siempre” de Javier Campos Navarro, por elenco procedente de Sucre Bubulú. La cita es a las 19.30 y esta sugerida para mayores de 15 años. Es una versión nada convencional de “La Cenicienta” desde una perspectiva más humana, más allá del cuento de hadas.
Al día siguiente se prevé la presentación a la misma hora de otro trabajo, también para mayores de 15 años, denominado “Entre tuercas y tornillos”, elaboración colectiva del grupo Hecho a Mano que viene de Cochabamba. Es una comedia que se nutre de mitos, tabúes, y miedos de la sociedad que afectan a hombres y mujeres para dar y recibir placer.
El miércoles 25 será el turno de la obra, para todo público, “Farsa y Justicia del Corregidor” de Alejandro Casona, puesta en escena por el elenco Oráculo, de Tarija. Es otra comedia que gira en torno a ese personaje que por glotonería llega a cometer un hurto al comerse un jabalío que no le pertenecía. También a las 19.30 en el Teatro de la Cultura.
El jueves, a las 20.00 le tocará al grupo tarijeño Itaú Teatro presentar la obra para mayores de 14 años “El Monte Calvo” del colombiano Jairo Aníbal Niño. Esta comedia cuenta la historia de dos mendigos que esperan, tienen hambre y frío, el uno veterano de la guerra que vive a cada momento los honores de ser soldado y que rescata como lo más trascedente de su vida. Entretanto, el otro comprende la vida de otra manera, tuvo sus propias batallas, las de la calle.
Finalmente, el viernes 27 de marzo, se presentará una obra dirigida al público infantil a las 19.30, denominada “En busca de la felicidad”, adaptada y presentada por el taller tarijeño El Sol. También es una comedia que cuenta la historia de un grupo de niños que cansados de recibir maltratos planean combatir a su agresor y luchar contra el bullying.
Mensaje de Warlikowski por el Día Mundial del Teatro
Los verdaderos maestros del teatro son los más fáciles de encontrar lejos del escenario. Y por lo general, no tienen interés en el teatro como una máquina para la replicación de convenciones y reproducción de clichés. Ellos buscan la fuente pulsante, las corrientes de vida que tienden a pasar por alto las salas de espectáculos y la multitud de personas empeñadas en copiar algún mundo u otro.
Copiamos en lugar de crear mundos que están enfocados o incluso dependientes de debate con el público, sobre las emociones que se hinchan por debajo de la superficie. Y en realidad no hay nada que pueda revelar las pasiones ocultas mejor que el teatro.
Muy a menudo me dirijo a la prosa de orientación. Día tras día me encuentro pensando en los escritores que hace casi cien años describen proféticamente, sino también serenamente el declive de los dioses europeos, el crepúsculo que sumió a nuestra civilización en una oscuridad que aún no se ha iluminado. Estoy pensando en Franz Kafka, Thomas Mann y Marcel Proust. Hoy me gustaría también contar con John Maxwell Coetzee entre ese grupo de profetas.
Su sentido común del inevitable fin del mundo -no del planeta-, sino del modelo de las relaciones entre humanos y del orden social y la agitación, es conmovedoramente actual para nosotros aquí y ahora. Para nosotros que vivíamos conformes al fin del mundo. ¿Quién vive en la cara de los delitos y conflictos que diariamente nacen en nuevos lugares más rápido, incluso, que los medios de comunicación ubicuos pueden mantenerse al día? Estos incendios crecen rápidamente aburridos y desaparecen de los informes de prensa, para no volver. Y nos sentimos desamparados, horrorizados y cercados.
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