Consultados por separado por Página Siete, estos expertos detallaron además las principales necesidades que tienen estos centros que impiden el desarrollo de políticas innovadoras o transformaciones de fondo.
“Hay que cambiar la idea de que sólo son lugares para ver colecciones de determinadas piezas; tienen que ser espacios de reflexión, investigación y creación artística”, señaló Ramiro Molina, director del Museo Nacional de Etnografía y Folklore. Molina también destacó que en los últimos años el MUSEF abrió talleres de danza, de cerámica y emprendió otras iniciativas para incentivar a los jóvenes a que se acerquen al arte.
Leonor Cuevas, jefa de la Unidad de Museos Municipales de La Paz, sostuvo que el reto actual es trabajar en proyectos pedagógicos. “Hay que ofrecer a los visitantes espacios educativos y de aprendizaje”, dijo.
En el oriente del país también comparten esta idea. Marcelo Vargas, director ejecutivo del Plan Misiones de Chiquitos, contó que varias instituciones impulsan la creación de una red de museos que, además de coordinar las actividades cotidianas, trabaje en estrategias conjuntas en pos de “convertirnos en centros culturales, pues sólo así podemos generar todo tipo de movimientos y dinámicas en la cultura”, señaló.
Para Vargas, la principal preocupación es mejorar la propuesta museística. “Es importante elaborar proyectos que estructuren la museística de acuerdo a un contenido, un hilo conductor, un mensaje claro y que no sólo sea una aglomeración de piezas”, indicó.
Por su parte, Édgar Arandia, director del Museo Nacional de Arte, explicó que hace tiempo que este espacio dejó de ser un tradicional repositorio pasivo, pues “diseñamos muestras con creatividad. Hacemos ‘dialogar’ obras de los siglos XVII y XVIII con piezas contemporáneas”, sostuvo.
Las necesidades
Pero para lograr todas estas metas, antes se deben resolver las limitaciones. La mayoría de los museos del país -públicos (estatales o municipales) y privados- se enfrenta a la falta de recursos y de personal especializado.
No queda otra -admite Molina- que administrar idóneamente “los pocos recursos para satisfacer requerimientos como ampliar la infraestructura, mejorar la museografía”, y sólo si se puede y alcanza, también “impulsar nuevos proyectos pedagógicos”.
“Se necesita mucho presupuesto para cuidar las instalaciones de los repositorios, pues constantemente hay que mejorar las cubiertas y restaurar otros espacios”, agregó Cuevas, para quien antes que pensar en proyectos, se debe garantizar una infraestructura en mínimas condiciones.
Según Arandia, el inicio de una solución estructural es la falta de una normativa nacional. “La falta de una ley de museos dificulta ejecutar varios proyectos. Ahora, para poner en marcha un trabajo hay que hacer una serie de trámites burocráticos; es importante regular esa situación”, sostuvo.
Al respecto, María Chuca, secretaria del Comité de Culturas, Interculturalidad y Patrimonio Cultural de la Asamblea Legislativa, admitió que en la actualidad no hay ningún proyecto de ley sobre esta temática. “Sería una buena iniciativa tratar este tema con los directores de los museos”, dijo.
Puntos de vista
María chuca Asambleísta Con relación al tema de museos no se está trabajando ningún proyecto de ley en el Comité de Culturas, Interculturalidad y Patrimonio Cultural de la Asamblea Legislativa. Hasta ahora no ha llegado ninguna propuesta sobre esta temática en particular, pero considero que sería una buena iniciativa ponernos en contacto con los directores de los museos y trabajar una norma en beneficio de este sector.
Sin embargo, ahora con la Ley Marco de Autonomías ya se han delimitado las competencias, y los departamentos y municipios tendrían que participar.
Creo que es importante trabajar este tema porque los museos son espacios importantes para generar conocimientos en nuestros niños y jóvenes. Por eso considero además que sería necesario a poyar nuestros museos.
wara cajías Gestora culturalQue los museos tengan pocos fondos y recursos no es un problema de hoy, pues casi nunca tuvieron el apoyo suficiente del Estado. También considero que otro de los grandes problemas de estos espacios es la falta de comunicación interna con la que podrían canalizar y socializar de mejor manera sus proyectos y actividades.
En el caso de la ausencia de una norma, hace más de cinco gestiones ya se ha trabajado en un proyecto de ley de museos e incluso el Estado ha invertido dinero. Sin embargo, no hay avance porque las gestiones de los ministros de Culturas son muy cortas y no hay continuidad, pues las nuevas autoridades vuelven a empezar de cero.
Pero creo que más que una ley de museos, se necesita primero una ley general de las culturas que ayude a regular las normas específicas.
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