Los cuadros cómicos presentados en esta nueva temporada de Tra-la-la, fueron interesantes ya que se valoriza la identidad de los bolivianos, además de otorgar un especial énfasis en los modismos utilizados en el país. Por ejemplo se caracterizó a jóvenes paceños representados como los "chucutas", que intentaron conquistar a una extranjera de nacionalidad francesa, proceso en el que demuestran la clara la picardía del boliviano para lograr sus objetivos.
Sin embargo, el show fue robado por el cantautor Vicente Valenzuela, en una primera oportunidad con su representación de Joaquín Sabina y en su segunda puesta en escena cautivó a su público con un popurrí clásico de música nacional, además de algunas sambas argentinas, para luego incursionar en el estilo latino de artistas como Palito Ortega, los Iracundos, o algo del "Gitano de América" Sandro, entre otros.
La espectacular presentación de Valenzuela hizo que el público lo aclamara con efusivos aplausos, pues este experimentado artista fusionó el buen humor con la música con un estilo único.
El espectáculo concluyó con un emotivo momento de reflexión, cuando el presentador de Tra-la-la, Daniel Travesí, recordó la leyenda de la coca, manifestando que esta hoja que era para calmar la sed y matar el hambre de las personas, pero que según una profecía, donde se advierte que las virtudes de esta planta denominada sagrada por culturas ancestrales, cambiarían, pues serían descubiertas otros elementos nocivos para destruir al hombre, sólo por apetitos de poder.
Como siempre la respuesta del público orureño a proyectos nacionales, fue contundente, previendo en próximos meses la presentación de un nuevo espectáculo de este elenco formador de nuevas generaciones en el arte de las tablas, Tra-la-la Show.
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