La escuela “Pastor Achá Martínez”, formadora de grandes artistas

El centro de enseñanza inició sus actividades con 159 alumnos, ahora tiene 700.

Ante la desaparición de la música regional por la incursión de melodías foráneas surgieron en la capital chapaca iniciativas para mantener lo tradicional. Así se creó la escuela Municipal de Música Regional “Pastor Achá Martínez”, en cuyas aulas se formaron y continúan formándose y surgiendo artistas destacados.

Según datos obtenidos de un material digital proporcionado por la actual directora de ese centro, Anita Sorich, uno de los profesores de la Escuela, Luis Aldana, menciona, en una reseña histórica realizada en homenaje a los 10 años de fundación de esa institución, que desde que se fundó Tarija, en 1574, el valle se fue llenando de españoles andaluces. Con el paso del tiempo se fue formando el chapaco con todos sus rasgos culturales, principalmente en lo que se refiere a la música y la danza, que eran muy reconocidas en la República. Sin embargo, ya en la década de los 50 del siglo pasado las melodías foráneas incursionaron en la región, relegando a la música tradicional -como las tonadas y las coplas, y los instrumentos, como la camacheña, la caja y el erque-, al campo.

Esa situación preocupó a tarijeños como Mauro Molina, quien en 1958 formó un grupo de jóvenes que practicaban danza, teatro, música e instrumentos chapacos. En la década de los 60 fueron surgiendo grupos folklóricos, como los Cantores del Valle, Los Embajadores del Guadalquivir, Los Montoneros de Méndez, Los de Sama, entre otros, todos dirigidos por el profesor Nilo Soruco.

Sin embargo, no se logró impulsar como se quería la enseñanza y el aprendizaje de los instrumentos folklóricos y la música. En 1980, dos ciudadanos, Milton Ramos y Edmundo Ávila, trabajaron incansablemente para que surja una centro de enseñanza que estuvo a cargo de la Alcaldía. Es así que el 6 de febrero de 1987 nació la Escuela Municipal de Música Regional Pastor Achá Martínez.

El centro de enseñanza inició labores con 159 alumnos. No contaba con instrumentos y otros materiales para su funcionamiento. “Los maestros nos la ingeniábamos para elaborar nuestros propios instrumentos de enseñanza, planes y programas…”, menciona Lucho Aldana. De a poco fueron superando esa situación con los ingresos por el cobro de la matrícula a los estudiantes.
LOS PRIMEROS MAESTROS

Milton Ramos fue su primer director. El profesor de danza fue Vicente Mealla; de erque y caña, Ángel Baldiviezo; de quena, Humberto Martínez; de guitarra, Francisco Yujra y Carmen Verdún, y de violín y declamación, Luis Aldana;

Los tres primeros directores fueron: Milton Ramos, de 1987 a 1988; Pastor Achá, de 1989 a 1991, y Nilo Soruco, de 1991 a 1997. Una de las primeras tareas que se impuso el primer ejecutivo del centro de enseñanza fue la adquisición de

instrumentos musicales. Luego proyectó la construcción de un teatro al aire libre en el kínder “Oscar Alfaro”, el primer lugar en donde funcionó la escuela de música. Hizo la presentación de la institución en eventos folklóricos, como el Festifront, la Feria del Lapacho y la Feria del Pescado, entre otros.

Por su parte, Pastor Achá hizo, entre otros trabajos, la presentación de la escuela en eventos culturales nacionales. Gracias a la firma Lauro y CIA, la Escuela representó a Tarija en Cochabamba, en el Festival Lauro de la canción boliviana.

Durante los tres primeros años la escuela funcionaba en el kínder “Oscar Alfaro”. Por motivos de refacción, tuvieron que retirarse de allí. Para conseguir nuevos ambientes, profesores y estudiantes, a la cabeza de su director Pastor Achá, salieron a las calles en “manifestaciones sonoras”, tocando cañas y bombos, portando pancartas y exigiendo que se les dote de un espacio para sus labores. Después de unos días consiguieron, en calidad de préstamo, los ambientes de un kinder de la escuela La Paz. Allí los bancos y mesas eran pequeños, y por ello mismo no podían realizar su trabajo. Tras la muerte de Pastor Achá, en 1991, los integrantes de la Escuela determinaron de manera unánime que la institución lleve el nombre de su segundo director.

A Pastor Achá le sucedió Nilo Soruco, quien durante su gestión implementó actividades educativas mediante planes semestrales. Los temas fueron desarrollados en torno al calendario folklórico tarijeño. Además creó la materia de investigación folklórica. Constantemente se movilizaba con el fin de conseguir un local propio para la escuela, pese al cansancio por su edad avanzada.

Ya para ese tiempo la escuela contaba con alumnos promocionados que pertenecen a grupos musicales de prestigio en la región, como La Orquesta de Cámara.
TRASLADO A SU NUEVO EDIFICIO

Una parte de la reseña histórica que se encuentra en el material digital fue elaborada por el director de la Escuela, Fernando Arduz Ruiz. Él menciona que la Alcaldía convocó al personal de la escuela para indicarles que el traslado de la institución iba a ser al edificio de Bellas Artes. Sin embargo, el profesor Nilo Soruco no llegó a conocer los nuevos ambientes porque falleció en 2004.

Ya en el edificio de Bellas Artes, la Escuela Municipal de Música Regional Pastor Achá se instaló en el segundo piso de esa construcción y cuenta con mobiliario propio. Durante tres años, hasta 2007, la institución se dotó de equipos de computación, muebles, grabadoras, instrumentos, teléfono, entre otros materiales.

Se organizó el “I simposio regional de investigadores de la historia, cultural tradicional y folklore tarijeño” y el “I encuentro de copleros y músicos de la provincia Cercado”, con la finalidad de que tenga una continuidad anual. Se fortaleció la recuperación de la música campesina, a través de la recopilación de música regional.

A iniciativa de Ángel Baldiviezo, por primera vez se realizó en la escuela el “I taller de fabricación de la caña”.

Mediante esa actividad los estudiantes realizaron su propio instrumento musical. Se trabajó para el surgimiento del Archivo Musical Folklórico, en el que se conserva la documentación de música regional. Allí están cientos de tonadas de música campesina escritas en pentagrama. “La idea es que la Escuela no sólo se ocupe de la enseñanza práctica de la música regional, sino que además de su estudio musicológico, se convirtiera en un Centro de investigación y producción de material folklórico”, indica parte del documento.

A partir del 1 de Noviembre de 2010, la artista y cantautora Anita Sorich se hizo cargo de la dirección de la Escuela. Ella impulsó al surgimiento del Coro Municipal Infantil y Juvenil y la creación de una galería con las 12 primeras fotos en honor a los fundadores de la Escuela. También propugnó el fortalecimiento de la Orquesta Municipal de cuerdas.

Ahora la escuela cuenta con 700 estudiantes, quienes se instruyen, cada uno y por elección, en las materias de camacheña y percusión; caña, erque y quenilla; canto, danza, composición, violín y guitarra. Además hacen presentaciones musicales en eventos organizados en diversos lugares.

(RECUADRO)­
ALUMNOS QUE SE CONVIRTIERON EN ARTISTAS
DESTACADOS

Entre los personajes que pasaron por las aulas de la Escuela Municipal de Música Regional Pastor Achá Martínez y se convirtieron en destacados artistas, están:

Solistas: Huáscar Aparicio, Gloria Bacotich, Luis Castillo, Cinthia Choque, Maritza Donaire, Luz Mariela Mogro, Mirko Retamozo, Daniela Segovia, Víctor Tejerina, Gabriel Torres y Leo Velasco, entre otros.

Dúos: entre otros dúos que se formaron en la Escuela, están las Hermanas Candia y Las Hermanas Dávalos.

Entre otros conjuntos musicales que tuvieron o tienen integrantes que se instruyeron en la Escuela, están:

Armonía 4, Arpegio, Bohemia, Cantares, Grupo Libertad, Herencia, Las Voces del Pago, Los Arrieros, Los Canarios del Chaco, Los Embajadores del Guadalquivir, Los Luceros del Alba, Los Mensajeros Chapacos, Los Montoneros de Méndez, Los Sapitos Cantores, Sacarosa, Sangre Nueva y Taricanto.

Algunos solistas que tuvieron o continúan teniendo como Acompañante a músicos vinculados a la Escuela: Zulma Yugar, Miriam Wayar, Ernesto Mealla, Juan Enrique Jurado, Pedro Flores, Mario Cuellar, Omar Farfán (El Chúcaro).