sábado, 10 de junio de 2017

Ruperto Salvatierra es un enorme ejemplo para los artistas plásticos

Gracias al XXXIII Festival del Solsticio de Invierno organizado por la Universidad Técnica de Oruro (UTO), pudo llegar a esta capital, el reconocido pintor cochabambino Ruperto Salvatierra Lazarte, quien compartió con LA PATRIA (LP) algunos minutos, y contarnos un poco de su vida.

LP: ¿Cuándo comenzó tu carrera artística"?

Ruperto: Como siempre cuento, yo cuando estaba en la barriga de mi santa madre, creo que ya dibujaba un poquito, porque es heredado de mi abuelo, quien fue un gran pintor que creo varios murales en Cochabamba, en Chávez Rancho y Villa Busch Chimba, saliendo del centro a unos tres kilómetros, de ahí somos oriundos toda la familia.

Desde que tenía cinco o seis años yo practicaba, era una cosa innata, practicaba con bastante fuerza sin darme cuenta, unos chiquitos nos reuníamos en el barrio y llevábamos a pastear nuestras ovejitas, y siempre con mi cuadernito bajo el brazo, pero con ellos también jugábamos con barro, ahí practique mucho, porque hacía con mucho detalle, mejores cosas que mis amiguitos y ellos me tenían envidia.

Después de un tiempo, en la escuela y colegio siempre sacaba siete en dibujo, y ya de jovencito, empecé a dibujar a los cantantes de moda, a Sandro, Rafael en pliegos de papel sabana con el lápiz carbonilla, después de esa práctica, ya también posaba para autorretratos, porque empecé en la escuela de bellas artes con un nombre falso.

Creo que el arte es práctica, mientras uno practique más podemos aprender más de tantas cosas.

LP: ¿Qué les podemos decir a los artistas jóvenes?

Ruperto: Tienen que practicar, porque ahora está de moda la tecnología, pero la tecnología hay que botar a un lado, eso es un veneno para los pintores jóvenes, para los que están estudiando; ¿para qué tenemos la cabeza?, para que con la práctica podamos crear, para eso tenemos las manos, hay que sentir, hay que amar, porque la tecnología es violación, hay que poner el sentimiento en lo que hacemos.

Creo que unos pocos hemos nacido con un don, para todo, y cualquiera no puede pintar, esa es la cosa; yo sé que hacer un retrato es muy difícil, pero poquito a poquito, mediante un proceso se puede lograr, porque cuando uno ama el arte puede lograr muchas cosas.

Yo por ejemplo he practicado mucho individualmente, después de llegar de la escuela de bellas artes, llegaba a las 22:00 o 22:30 horas, y después de comer alguna cosita, seguía practicando en espejo mis autorretratos, por ello me decían "narciso".

Por eso la tecnología hay que dejar de lado, los jóvenes ahora sacan premios con la tecnología, mientras el viejo pintor esta años y años pintando, pero no saca nada, pero ese muchacho va a caer, pero mientras aquellos que practicaron perduraran, grande nacieron y grande permanecerán.

LP: ¿El arte puede esperar más de Ruperto?

Ruperto: Yo estoy muy delicado de salud, estoy débil, estuve muy mal, pero siempre he pintado, pintaba día y noche. En Cochabamba hacia dos exposiciones simultaneas, porque continuamente exponía, y si mi lema es trabajar todos los días, yo creo que nunca dejare de hacerlo, porque así tiene que ser.




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