Boris Balderrama/// Su amor por el arte lo llevó a convertirse en un gestor cultural

“Marchante” es uno de los conceptos contemporá-neos que se emplea para definir a los amigos de los artistas.

Boris Balderrama Villazón es un “Marchante” y poco a poco está trabajando

para poder darle un sitial más predominante al trabajo de los artistas, no solo locales; sino que busca crear políticas nacionales que beneficien a todos.

Este gestor cultural estudió Comunicación social en La Paz. Inició su labor cultural como periodista en el matutino “El Diario”; posteriormente trabajó como gestor cultural en el Conservatorio Nacional de Música y la Orquesta Nacional Sinfónica.

Es creador de la galería “Tambo Casal” y a partir de entonces comenzó su labor con los pintores móviles. También es escritor literario y productor cinematográfico.

“Marchante proviene de la palabra francesa Marchan, que es el amigo del artista, el más directo y desde hace años que estoy acompañando a varios pintores”, afirma Balderrama.

Hace seis meses llegó a trabajar con la Asociación de Artistas Plásticos de Cochabamba, donde se dio cuenta de la poca costumbre de los cochabambinos de comprar una obra de arte.

“Me parece que es más interesante trabajar con un marchante debido a que nosotros cuidamos la calidad de los materiales y tenemos cuidado con la entrega de la obra al cliente y como un plus adicional certificamos la autenticidad de la obra. De esta manera, cuando el nuevo propietario lo requiera puede sacar su obra fuera del país sin contratiempo”, afirma Balderrama.

Actualmente, Boris Balderrama está promocionando un catálogo de obras artísticas con precios reducidos llamado el “El Marchante, catálogo de arte”.

Este es el primer proyecto que el marchante está sacando con la Asociación de Artistas Plásticos de Cochabamba.

“Son 30 obras de arte a precios reducidos. Contamos con 5.000 ejemplares que se distribuyen gratuitamente en condominios, oficinas de profesionales, cafeterías y spa”, asegura Boris Balderrama.

A la fecha este proyecto requiere de empresarios que quieran apoyar esta gestión cultural. “No solo hay que crear políticas culturales sino también hay que luchar para que el Estado también cree políticas económicas de apoyo para los artistas”, finalizó.