martes, 13 de octubre de 2015

Carmen Giovanna Montaño simplemente es un talento que le dio Dios y que fue cultivado por sus padres

En definición soprano es la voz más aguda de entre las que forman el registro vocal humano, pero para la corista Carmen Giovanna Montaño simplemente es un talento que le dio Dios y que fue cultivado por sus padres. La música paceña, que sueña con marcar una diferencia en la educación musical en el país, es actualmente directora del Coro Juvenil y el Coro de Cámara Bellas Artes. La artista que empezó a sus siete años con un violín, ahora se codeará con los grandes en el Expo Milan en Italia. "Tendremos dos conciertos y estamos muy contentos, aunque tenemos problemas de financiamiento", indicó Montaño en entrevista con El Sol.

¿De dónde nace ese amor por la música?
R. El amor nace de ver la satisfacción de mis alumnos al lograr algo grande. También siento que nací con ello, pero mis padres me ayudaron, me arrastraban desde muy chiquita al conservatorio, cuando no quería estudiar mi mamá se quedaba a mi lado, conmigo, esperando a que poco a poco pueda ir mejorando, ella y mi papá nunca me dejaron caer.

¿Cómo empezó?
R. Empecé a cantar desde muy chica, pero mi formación musical fue con el violín a los 7 años y después a los 17 con el canto lírico.

¿Cómo recuerda su primera presentación?
R. Recuerdo que en mi primera presentación estaba super nerviosa, mi cuerpo temblaba, pero apenas salí al escenario fue un choque de electricidad y adrenalina, empecé y no pare. Fue mágico.

¿Por qué optó por la música?
R. Opté por la música porque me dejaba ser como soy, porque es una herramienta para conectarme con la gente, puedo cambiar un sentimiento con ella y puedo expresar todo lo que siento.

¿Qué siente cuando interpreta?
R. Siento que todo se calla y que cuento una historia, siento que al cantar me conecto con algo más grande.

Si tuviese que subirse al escenario con alguien que admire ¿Con quién sería?
R. Como mi área es lo clásico, me gustaría subirme con Rolando Villazón.

¿Pensó que algún día estaría dirigiendo?
R. La verdad yo no me veía dirigiendo, estudié dirección pero siempre pensé que solo cantaría como solista.

¿Cómo se imagina en un futuro?
R. Me imagino a mí misma teniendo una compañía artística y quizás dirigiendo un coro especializado, eso me gustaría mucho y en cuestión a mi carrera de cantante, me visualizo cantando operas de producciones más grandes.

¿Qué fue lo más difícil que le tocó vivir musicalmente?
R. Lo mas difícil que me tocó, y lo sigo pasando, es la falta de apoyo de las instituciones a la cultura, la indiferencia hacia el artista. Como artista no me siento valorada, pienso que se solucionarían muchos problemas si es que el arte estuviera como algo primordial para algunas autoridades. El arte abre fronteras y da infinitas oportunidades. Pero lamentablemente no es así. Por ejemplo, para realizar este viaje (a Italia) hicimos más de 50 cartas buscando apoyo. No tuvimos respuesta de ninguna. Lastimosamente, buscamos por nuestros medios para lograr este sueño.

¿Qué cree que le hace falta a los coros y orquestas?
R. Pienso que a los coros les hace falta una buena base en lectura musical, se ve mucho que los coralistas sacan todo de oído, eso limita mucho en el repertorio y en la musicalidad. El conocimiento musical parte desde el colegio, que la música debería ser parte fundamental en la formación de un estudiante. Y con respecto a las orquestas, falta lugares buenos de formación. Hay muy pocos lugares capacitados para formar instrumentistas, eso deriva a que los mismos músicos toquen en todas partes.

¿En qué proyectos está?
R. Estoy queriendo armar el Requiem de Mozart para presentarlo en Santa Cruz. Para esta obra quiero hacer una unión de ciertos elencos y artistas del interior. También estamos con el Festival Barroco.

'Lo más difícil que me tocó, y lo sigo pasando, es la falta de apoyo de las instituciones a la cultura y la indiferencia hacia el artista'

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